Luis Miguel, 50 años

Maria Eugenia Cabral
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19 de abril de 2020

Quien iba a decir que tan rápido estaríamos celebrando los 50 años de Luis Miguel, si parece que fue ayer cuando vimos aquella entrevista con el actor argentino Daniel Fanego, en cuya época oficiaba de conductor en forma excepcional, hablando de este tema como algo tan lejano. Y no era para menos, tenía apenas 19 años y recién empezaba a tomar las riendas de su carrera. Con el ímpetu propio de la juventud que lo incitaba a encarar tantísimos proyectos, el augurio de conquistar más éxitos y récords en su vida profesional, pensar en viajar tres décadas hacia adelante en el tiempo sonaba ensordecedor. Pero Luis Miguel asumió el reto, y de inmediato dio una respuesta que basó en el aspecto personal y eso me gustó muchísimo. Cuando se imaginó con 50 años expresamente dijo: “Supongo que seré un hombre muy divertido, tendré mucho que contar, ¡eso!, si ya a esta edad tengo mucho que contar, imagínate a los 50. Voy a divertir mucho a mis nietos, eso sí te lo puedo contar, y van a aprender mucho conmigo”.

Y como el tiempo corre sin prisa pero sin pausa, llegó este 19 de abril de 2020 para celebrar las 5 décadas de un artista que cambió la vida de millones de fans. Hoy, con 38 años en mi haber como incondicional, puedo afirmar y confirmar que sus predicciones fueron muy certeras (salvo lo de ser abuelo), pues Luis Miguel es un hombre sumamente sabio, inteligente y divertido. Todos estos años, en que he seguido sus pasos muy de cerca, han sido tremendamente enriquecedores porque me han permitido descubrir al gran ser humano detrás del artista que marcó un antes y un después en la historia de la música. No voy a detenerme a recordar todos y cada uno de sus logros profesionales porque me llevarían decenas de páginas en esta columna, sino que hoy deseo destacar los rasgos de una personalidad única que muy pocos conocen.

Si bien Luis Miguel se caracteriza por preservar su intimidad, con justa razón por cierto, la inigualable relación que forjó con nosotros, sus fans, y la posibilidad que he tenido de platicar con gente de su entorno, tanto en lo personal como laboral, me han hecho conocerlo un poquito más.

Déjenme decirles que es un hombre con el que se puede entablar conversaciones de las más diversas e interesantes porque es extremadamente culto, goza tanto de un buen libro como de una excelente plática. Es un ser humano sumamente sensible, visceral, resiliente, y fiel a sus creencias. Preocupado por transmitir un mensaje positivo en sus discursos espontáneos, y de un sentido del humor envidiable, cualidad que lo ha hecho salir airoso de algunas situaciones incómodas.

Goza al máximo de los placeres de la vida, ama viajar para disfrutar de diferentes paisajes, culturas y gastronomías.

Ha sufrido muchísimo en su vida, lo han lastimado demasiado, razón por la cual es muy reservado y cuidadoso a la hora de relacionarse. Pero cuando recibe amor del bueno se nutre de esa compañía, a quienes se brinda al 100%. Cabe destacar que es un gran anfitrión, le encanta agasajar a sus invitados y se ocupa hasta del más mínimo detalle. Cuando puede disfruta muchísimo de la cocina, con decirles que en una época contrató a un cheff para aprender de primera mano algunas recetas, así que solo unos pocos afortunados pueden decir que Luis Miguel les preparó un rico platillo.

Es habitué de los restaurantes más exquisitos y sofisticados, pero también de lugares y momentos más simples como gozar de la paz de altamar y admirar un bello atardecer desde su yate.

Tiene un compañero inseparable donde quiera que esté, pues siempre lo acompaña su equipo de sonido, el que por suerte ha ido evolucionando con el tiempo y ahora le cabe en la palma de la mano. La música es su eterna enamorada, y se confiesa amante de diferentes géneros musicales. Para la sorpresa de muchos, pues no se lo imaginaban, en su playlist se pueden encontrar canciones de salsa y música disco, siendo sus grandes favoritos “September”, de Earth, Wind and Fire, y “Celebration”, de Kool & The Gang.

Es un hombre extremadamente disciplinado y exigente consigo mismo, cualidad que muchas veces lo ha llevado a atravesar situaciones indeseadas cuando los resultados no dependen de sus acciones. Es muy temperamental, posesivo, tozudo, e inflexible con determinadas decisiones. Respetuoso hasta la médula y políticamente correcto, dueño de una paciencia infinita en algunas ocasiones en que otro perdería los estribos.

Con sus fans ha logrado forjar una relación de complicidad genuina, y lazos de amor inquebrantables. Con Luis Miguel aprendimos a ser incondicionales, tanto como él lo es con nosotros. Sus fans somos muy afortunados porque hemos logrado captar su esencia, y solo nos basta una mirada para poder comunicarnos, pues esos ojos dominan a la perfección el lenguaje de su alma, aquella que aún conserva la candidez de un niño. Con él nos divertimos, nos emocionamos, nos conmovemos, nos sentimos dichosos, orgullosos, únicos y bendecidos… ¡Somos inconmensurablemente felices!

Las palabras jamás serán mis aliadas a la hora de transmitirle a Luis Miguel lo que me hace sentir. Pero intentaré hacerle llegar todo mi amor a través de esta columna, y de un video muy emotivo en el que participé junto a fans de todas partes del mundo. Querido Miky, hoy más que nunca valoramos la vida y celebramos que estés cumpliendo un año más. Deseo que puedas gozar de plena felicidad, de amores verdaderos, y de esa paz que solo Dios puede otorgarte. Mucha salud y bienestar, y que puedas concretar muy pronto los deseos albergados en tu alma. Dios te cuide, te proteja y te bendiga, hoy y siempre. Te quiero hasta el infinito y más allá, con un cariño sincero que llevaré conmigo hasta la eternidad.

No quiero extenderme más porque mi gran amiga Ana Freijo se inspiró muchísimo al escribir un texto muy bonito y emotivo alusivo a esta fecha tan importante:

“50 años” se dice fácil, pero ¿Qué significan 50 años? ¿Qué significan en la vida de Luis Miguel y en la de un fan?

¿Alguien nos hubiera dicho que hoy, con una historia que comenzó hace tantos años, nos encontraría juntos?

En la actual cultura de lo efímero, donde las cosas apenas perduran un instante, y son olvidadas casi con la misma velocidad, reconocer tanto tiempo dedicado a una pasión parece algo pasado de moda.

El mundo descubrió a Luis Miguel apenas entrando en su adolescencia, en un tiempo donde todo parecía transitar más lento, aunque para la carrera musical de aquel pequeño gran artista, las horas del día no alcanzaban para estar en cada lugar donde un público ávido de su voz reclamaba su presencia. El mundo analógico parecía tener otros tiempos, pero visto a la distancia, una carrera tan prolífica como la de Luis Miguel, con tantos discos editados, cantidad de estilos interpretados, giras mundiales tan extensas como multitudinarias, es difícil de entender, pero muy fácil de admirar.

Quien recorre esa discografía descubre a cada paso la pasión y vocación de un artista, que tuvo y tiene la habilidad de atravesar décadas y generaciones, que apasionó a adolescentes y no tanto ni tan poco, con la ventaja de ser el mejor cantante de música latina de todos los tiempos. Eso, que para muchos artistas es inalcanzable, a él se le dio siempre de manera natural, y supo fortalecerlo con mucha dedicación y profesionalismo.

Tan natural como es la admiración que despierta entre sus seguidores. Luis Miguel está rodeado de los admiradores más fieles del planeta, que de alguna u otra manera se ocupan de hacerle saber y sentir que están junto a él a cada paso. Más allá de sus fans acérrimas, no existe persona en el mundo que no admire su arte, que no lo nombre con cariño, o que rechace una canción interpretada por su voz si suena en la radio, y hasta me atrevo a decir que no hay quien no las sepa. Hay algo que sucede con Luis Miguel que no ocurre con otro artista, y tiene que ver con la aceptación general de cualquier tipo de público, pues más allá de ser un artista clásico, tiene ese ‘algo’ difícil de dilucidar que despierta admiración, respeto y ganas de escucharlo por parte de una audiencia muy diversa.

Hoy Luis Miguel nos demuestra que una canción sonada hasta el cansancio en la radio no hace a un artista, y que tampoco significa el éxito. Desde su intimidad nos enseña que el arte está en sus canciones, que donde hay que estar es sobre el escenario, y que lo importante es esa magia que sucede frente a la platea, algo que no se puede inventar ni forzar, algo que aparece solo y se queda para hacer de cada noche de concierto un momento inolvidable. Lo que Miky tiene para decirnos nos lo canta sobre el escenario, donde su voz es definitivamente más elocuente que el silencio.

Acaso la calidad de su voz, el respeto con que encara todos sus proyectos, la excelencia de sus producciones, nos acercan a encontrar la palabra que lo define, aunque creo que no existe un término más adecuado que su propio nombre… ¡Luis Miguel!

Pocas veces un nombre define y encierra tantas cosas, y todas tan buenas.

Cada 19 de abril los fans de Luis Miguel estamos de celebración, con el mismo amor que festejamos a nuestras familias, nuestros amores más grandes, con el cariño que se le tiene a quien nos acompaña desde toda la vida, y para muchos el amor más perdurable que hayamos tenido. Hoy estaremos con él una vez más acompañándolo con nuestros buenos deseos, a la distancia pero muy cerca, tanto que podrá sentirnos, porque hoy son 50 años de la vida de un artista que casi de manera completa nos la dedicó a nosotros, su público.

Ana Freijo

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