Los fans de Luis Miguel son fundamentales en su vida, tanto como él en la nuestra
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Hoy es un día muy especial para mí porque estoy cumpliendo años, y qué bonito que haya coincidido con la publicación de mi columna… ¡No hay mejor manera de celebrarlo! Gracias por su inmenso cariño y por compartir conmigo a la distancia.
La serie de ‘El Sol’ lleva cuatro capítulos en el aire, y conforme se avanza crece la intensidad de los sucesos de esta historia, tornándolos cada vez más difíciles de asimilar, pues resulta inevitable no involucrarse afectivamente con cada una de las situaciones que le tocó vivir a Luis Miguel. Cada capítulo desata un torbellino de emociones en la audiencia, algunos nos angustiamos muchísimo y sufrimos a la par del protagonista ante las fuertes escenas narradas, puesto que nos afecta en demasía el solo hecho de pensar que no es ficción lo que estamos viendo sino la realidad que tuvo que atravesar el artista que tanto queremos y admiramos. Otros transitan el camino del enojo hacia un personaje que despierta múltiples sentimientos por lo controversial, pero si hay algo en lo que todos coincidimos es en esa capacidad de admirar a un hombre que desde niño ha tenido una gran fortaleza para afrontar y sobrellevar el dolor y el desengaño, sentimientos que inteligentemente ha sabido canalizar a través de la música y de su público, cosas fundamentales en su vida según sus propias palabras. Y por supuesto que también nos identificamos con la ansiedad que nos genera la espera obligada de la continuación de esta historia, pues el final de cada episodio dispara el deseo incontrolable de conocerla en su totalidad. No exagero cuando digo que parece que agonizáramos hasta el próximo domingo, es tal la angustia y la necesidad por descubrir la realidad de los hechos -aunque debo confesar que me aterra la posibilidad de conocer situaciones extremadamente dolorosas -, que esa espera termina por conducirnos a un estado de ansiedad generalizado imposible de aplacar.
Si bien nunca imaginé que Luis Miguel tomase la decisión de abrir su mente y corazón para dejar aflorar aquellos recuerdos que guardaba tan celosamente, creo que hacerlo ha valido la pena para aliviar esa carga tan difícil de llevar en soledad. Dicen que es menor el dolor cuando es compartido ¿no?, y sus fans haríamos hasta lo imposible con tal de ayudarlo a encontrar la paz y sanar sus heridas.
En otro orden de cosas quiero compartir la felicidad de anunciarles que, ante el éxito de su gira “México por siempre”, ‘El Rey’ regresa a su país el último trimestre del año. Ya están a la venta las primeras fechas, que se llevarán a cabo el 2, 3, y 4 de octubre en el Auditorio Nacional, pueden adquirir los tickets en www.ticketmaster.com.mx
Luis Miguel prometió regresar con todo este 2018 y vaya que lo hizo, motivo por el cual estuve avocada a publicar muchísima información y no he tenido la oportunidad de continuar presentándoles historias de fans. Hoy estoy en deuda con algunas personas por lo que retomaré los relatos comenzando con este muy interesante que les presento a continuación:
Ante todo me presento, mi nombre es Carina, tengo 39 años y soy de la ciudad de Cutral-Co, provincia de Neuquén, Argentina. Para aquellos que no conocen la región, les cuento que mi ciudad está muy lejos de aquellos lugares importantes donde se ha presentado Luis Miguel en concierto, por lo tanto, nunca tuve la ocasión de presenciar alguno, y mucho menos de conocerlo personalmente como le sucedió a tantos afortunados fans. Y aunque mi vida con Luis siempre fue en la distancia, deseo aclarar que ha sido con todo el amor del mundo.
Cuando Miky vino por primera vez a la Argentina causó furor, fue en 1982 y por aquel entonces yo tenía 4 años, por lo tanto no sabía nada de música ni de cantantes. Me cuenta mi mamá que cuando lo vio en televisión quedó encantada con aquel niño rubio que cantaba precioso y bailaba con tanto entusiasmo, así que me sentó junto a ella y me dijo: “¡Mira qué lindo como canta!”. Yo la contemplé pensando “¿Qué estás diciendo? ¡Yo quiero jugar!” y me escapé corriendo.
Entre los años 82 y 87 me la pasé escuchándolo en la radio porque me fascinaba su voz, sin saber que era el mismo a quien mi mamá me había obligado a ver en televisión. Ella, (sí, otra vez mamá), una tarde de 1987 me llamó a los gritos para pedirme que observara detenidamente a quien engalanaba la pantalla del televisor, y señalándolo me dijo: “Él es a quien escuchas en la radio siempre”. ¡Me quedé helada! Su melena y esos ojazos verdes me paralizaron por completo -recuerdo que en ese tiempo se lanzaba el video del éxito “Ahora te puedes marchar” con un éxito rotundo. Literalmente estaba encantada con su maravillosa voz, y con la imagen de ese muchachito que arrebataba mil y un suspiros con su belleza.
Así comenzó mi pasión, la que alimenté con toda revista, poster, cassette, y cualquier souvenir que llevara su imagen, pues todo lo que encontraba de Luis lo debía tener.
Los domingos eran sagrados para mí porque tenía un ritual, ver atentamente el programa de televisión ‘Siempre en Domingo’ del señor Raúl Velasco, por si me sorprendía con la aparición de ‘El sol de México’. Mi familia sabía que cuando veían el nombre ‘Luis Miguel’ en la pantalla chica tenían prohibido cambiar de canal. Si se ponen a pensar que mi única posibilidad de verlo estaba sujeta a un programa de televisión, se podrán imaginar que cada concierto transmitido desde algún lugar, como Buenos Aires o Viña del Mar, era una fiesta. Sus películas “Ya nunca más y Fiebre de Amor” me hacían pensar que era (y por supuesto lo es) el artista más completo de todos. Así pasó el tiempo, entre alegrías y tristezas, pero siempre con Miky presente en mi vida.
La llegada del año 2008 trajo consigo el más hermoso regalo que me dio la vida: la llegada de mi hijo Gerónimo. En ese momento mi príncipe acaparó mis sentidos desplazando por un tiempo a ‘El Rey’, más precisamente durante 7 años. Entre el trabajo y las preocupaciones que tiene una mamá soltera, fui dejando atrás a quién hacía muchos años me había dado tantas alegrías. Perdí todo contacto con el mundo LuisMiguelero pero, sin embargo, no dejaba de tener esa sensación de que algo me faltaba, una pieza fundamental del rompecabezas. Me sentía culpable por ello porque, teniendo bien a mi hijo y a mi familia, no podía (o no debía) sentirme así. No fue sino hasta febrero de 2017 que me di cuenta de lo que me estaba pasando a raíz de un video que encontré en Facebook. Venía de un año muy malo anímica y laboralmente, así que en el verano me fui de vacaciones con mis seres queridos para festejar mi cumpleaños. A la vuelta comencé a prestarle más atención a mi muro de Facebook que lo tenía abandonado y fue ahí cuando descubrí el vídeo de la canción “Disfraces“. En esa época a ninguna de mis amistades de esa red social les gustaba Luis Miguel, así que no sé (hasta el día de hoy) cómo apareció allí. Lloré de emoción porque me trajo de vuelta tantos momentos felices vividos unos años atrás, y así fue como recobré mi alegría, pues la pieza extraviada del rompecabezas volvió a su lugar. Decidí recuperar el tiempo perdido, así que me dediqué a buscar en las redes sociales todo lo acontecido 7 años atrás. Hice nuevas amistades en Facebook, Twitter e Instagram, me asocié al Club de Fans ‘Tengo todo Excepto a ti’, el que hoy es mi nexo con Luis Miguel.
Reuní nuevamente toda mi colección de discos, y me dediqué a recopilar fotos de Internet. “Recuperaste tu primer amor”, fueron las palabras de mi madre al ver mi alegría cuando descubrí una nueva foto, a lo que le retruqué: “Recuperé mi ilusión”. ¡Hoy estoy feliz!, disfrutando la oportunidad de conocer su verdad a través de “Luis Miguel, la serie”, y deleitándome con su nuevas canciones en esa voz preciosa que alegra el alma. Me siento radiante con mi familia y con mi hijo, con quien estoy planeando un viaje a Acapulco gracias a la película de Miky.
Sé que tal vez mi historia no sea tan emocionante como otras porque nunca hubo un encuentro, pues jamás tuve la dicha de asistir a un concierto, pero creo que somos muchas las personas a
quienes, de alguna u otra forma, nos cambió la vida para siempre.
¡Gracias Luis Miguel! Te quiero con el alma y el corazón mi Rey de Reyes.
Tu incondicional por siempre.
Carina