Una historia que contar, “La vida de Luis Miguel en pantalla chica”
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Parece mentira que ya estemos en la recta final de este año 2016, no sé si coincidan conmigo pero a mí se me pasó en un abrir y cerrar de ojos. Y qué bueno que así haya sido porque en lo personal me cuesta mucho transcurrir mis días con Luis Miguel alejado de los escenarios. Aunque en repetidas oportunidades me expresé al respecto, manifestando estar plenamente de acuerdo con tal decisión, esto no me exime de extrañarlo muchísimo. Lo admito, su presencia me hace falta para completar mi felicidad, y cuando no la tengo una parte de mí está inconclusa. Pero por suerte Miky se ha dejado ver en diferentes oportunidades (creo que es consciente de cuánto nos hace falta), y justo ahora, más precisamente ayer cuando parecía que se terminaba el año sin noticias, su cuenta oficial nos sorprendió con un comunicado de prensa que nos dejó atónitos por la envergadura de la información.
Mark Burnett, Presidente de Televisión y Contenido Digital para MGM, anunció que la más reciente asociación de Metro-Goldwyn-Mayer, Gato Grande Productions, ha adquirido los derechos exclusivos de la vida de nuestro querido artista. El proyecto, a cargo de la alianza entre MGM y un grupo de empresarios mexicanos, consistirá en una serie televisiva que narrará los acontecimientos trascendentales de la historia de Luis Miguel, quien se expresó al respecto diciendo: “Me ha tomado mucho tiempo decidir contar mi historia, y siempre he buscado el equipo indicado para traerla al público de la manera correcta. Mark y el equipo de Gato Grande son los socios perfectos para revelar la trayectoria de mi vida”.
Por su parte Burnett comentó: “Pasamos horas en mi casa discutiendo ideas con Luis Miguel para encontrar la mejor forma de contar su historia al mundo, estamos felices de trabajar con él”. El prestigioso empresario Miguel Alemán también se expidió diciendo: “Antonio, José Luis y yo llevamos tiempo buscando sumergirnos en el mundo del entretenimiento y después de generar una relación personal con Mark, supimos que era el momento y la oportunidad correcta para hacerlo”. A su vez Antonio Cue Sánchez agregó: “La capacidad de lanzar nuestra compañía con un proyecto como la historia de Luis Miguel, uno de los íconos latinos más importantes y legendarios del mundo, nos emociona mucho”.
Ante esta noticia los fans estamos sorprendidos, felices, expectantes, y orgullosos de Luis Miguel, dispuestos a apoyar lo que él decida emprender. De más está decir que me da mucho gusto que el señor Miguel Alemán Magnani (a quien tuve el honor de conocer personalmente) sea parte importantísima de este proyecto, por ser uno de los empresarios más respetados de México y del mundo, pero fundamentalmente por la calidad de ser humano detrás del hombre de negocios. No hay dudas de que Miguel Alemán supervisará muy de cerca esta serie televisiva, no solo por tratarse del mejor cantante del mundo sino también de su amigo personal.
No tenemos más detalles acerca de cuándo comenzarán con el rodaje de esta serie, quienes serán los actores que conformarán el elenco y cuántos capítulos serán, entre otras cosas, pero seguramente pronto podremos conocer más pormenores.
¡Les juro que siento que mi regalo de Navidad se anticipó con esta noticia! Y hablando de esta fecha especial, quiero difundir una invitación de un grupo de fans chilenas, las que nos alientan a twittear el próximo 4 de diciembre con el Hashtag #MiDeseoDeNavidadConLuisMiguel, iniciativa que nos convoca a unirnos como una verdadera familia, cuyo hilo conductor es el mismísimo cariño que sentimos por este gran artista.
En otro orden de cosas quiero presentarles a quien protagoniza la columna de hoy, historia que deseo destacar porque se trata de un fan del género masculino, cuyo mérito es doble porque ellos -en términos generales- no se atreven a expresar su admiración públicamente. A medida que fui avanzando en su interesante relato recordé las anécdotas de Jorge Alejandro, un fan mexicano que participó de este espacio y que coincidentemente vivió una historia similar a la de este fan que están a punto de conocer. Esto confirma que vivimos esta pasión de la misma manera… intensamente y convencidos de que decidimos admirar y amar al mejor artista de todos los tiempos:
Mi nombre es Juan, soy de EEUU, y heredé la pasión por la música latina por mis padres que son mexicanos. La primera vez que vi a Luis Miguel en vivo fue en el lejano 1991 en México, Mexicali para ser más preciso. Deseo aclarar que no asistí por preferencia musical, a mí no me gustaba Luis Miguel, sino que ver al artista juvenil del momento fue la excusa perfecta para crear una cita con la chica que me encantaba.
Fue una experiencia buena a pesar de que aquella plaza de toros tenía un evidente sobre cupo donde los varones escaseábamos. Los pocos presentes estábamos allí acompañando a una chica u ocupando un puesto de trabajo en la seguridad. Ahí fui testigo de aquel cantante, el que con apenas 21 años era un fenómeno especial, dotado de un sobrado talento, un solvente manejo del escenario y de las multitudes a través de sus cualidades artísticas.
Pasaron 14 años para que esta mega estrella internacional regresara a la ciudad, y en esta ocasión fui por voluntad propia. El concierto era parte de la gira “México en la piel” y, aunque llevé a mi novia de aquel tiempo, esta vez el fan era quien les escribe.
Luis Miguel había crecido en todos los sentidos, ahora era un baladista pop que, para entonces, había incorporado a sus conciertos una gran tecnología, revolucionando la manera en que un artista presentaba su música.
Fue un concierto memorable con un cantante en plenitud de facultades, una escenografía inspirada en una especie de vieja hacienda mexicana, y 10 músicos que sonaban como si fueran 30. Capítulo aparte fue el segmento del mariachi con el que se hacía acompañar en esa ocasión, presentando el último material que había logrado récords de ventas, y que a su vez había reposicionado a este género musical en el gusto popular, tal cual lo hizo tiempo atrás cuando logró revivir el bolero a principios de los ‘90. Mi entonces novia quedó sorprendida de todo lo que significaba Luis Miguel; no sólo era sinónimo de música romántica sino también pop, bailable y mariachi.
Mi tercera experiencia fue en septiembre de 2010, en Las Vegas, cuando inició la gira de su más reciente lanzamiento de estudio llamado “Luis Miguel“. Ése fue hasta entonces el mejor concierto que vi. En aquella ocasión no me acompañó alguna novia –me había dejado unos días atrás- y, para colmo de males, quedé atorado con dos boletos carísimos y sin quien viajara conmigo desde California a La Capital del Juego. No tuve más remedio que convencer a un amigo, el que no quería el boleto ni obsequiado, pues le parecía desubicado que asistiéramos dos hombres solos a un romántico concierto de Luis Miguel. Cabe aclarar que mi amigo no quería pagar por un boleto de un cantante que no le gustaba, pero yo le argumenté “No te gusta porque no lo has visto en vivo”. Imagino que la mayoría de los lectores de esta columna son fans de Luis Miguel, por ende supongo que ya habrán deducido que, luego de presenciar un concierto de gran producción y ejecución, mi amigo se convirtió en un nuevo fan de este cantante. Y qué decir de las hermosas fans de muchas nacionalidades que adornaban el lugar con su belleza y energía, ¡Una delicia!
Verlo en el Colosseum del prestigioso Caesars Palace en Las Vegas fue un parte aguas, ya que identifiqué ese recinto como el lugar más adecuado para ver a un showman de su calibre: la infraestructura, la escenografía, el escenario, los accesos, los servicios, y la acústica idónea para apreciar en su total dimensión la maestría y destreza de sus músicos que acompañan el conocido talento de “El Sol”.
La vez siguiente lo vi fue en el mismo lugar y para las mismas fechas, pero del año 2012. En esa ocasión fui con mi actual esposa con quien me había casado unos meses atrás. Se repitió el fenómeno que viví con mi amigo, ella no era fan y no tenía intenciones de asistir, así que recurrí al mismo argumento, le dije “Preséncialo en vivo y ya me dirás”. Afortunadamente y como era de esperar Luis Miguel no defraudó, y mi esposa quedó gratamente sorprendida por el imponente show, el ballet folclórico que lo acompañaba, y el mágico ambiente que se armó.
Desde entonces Luis Miguel tiene una fan más, la que en repetidas ocasiones sorprendo escuchando y/o tarareando canciones de “El Rey”, particularmente hits como “Decídete” y “La incondicional“.
No puedo decir, como otras personas que han contribuido aquí con sus valiosos testimonios, que Luis Miguel me haya cambiado la vida… pero sin dudas su música me ha acompañado desde mi juventud hasta la actualidad, y lo seguirá haciendo.
Juan