Orgullosamente incondicional a Luis Miguel

Maria Eugenia Cabral
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En el Día Internacional de la Voz tengo la ineludible necesidad de desearle un feliz día a la más prodigiosa y dulce de todas; dueña de los récords más importantes, que la ha llevado no sólo a dejar una impronta en la historia de la música sino en millones de corazones alrededor del planeta. Celebramos hoy más que nunca la dicha de ser testigos de la voz de Luis Miguel, y una vez más agradecemos que haya decidido compartirla con nosotros a lo largo de toda su carrera.

Según la Real Academia Española, la palabra fan deriva de fanático y es aquel que defiende con tenacidad desmedida y apasionamiento algo o alguien, en este último caso transformándose en su admirador y seguidor. Según mi definición, ser fan de Luis Miguel es sinónimo de vivir apasionadamente la vida, porque él nos enseñó a vibrar intensamente con la letra de una canción, a enamorarnos del amor y a tener siempre presente el romanticismo.

Eres su fan si lo admiras de pies a cabeza, lo amas sin medida y anhelas su felicidad por sobre todas las cosas, lo haces protagonista de tus más lindos sueños, haces locuras con tal de verlo lo más cerquita posible, necesitas demostrarle al mundo diariamente cuanto lo quieres y extrañas, te sientes infinitamente feliz, agradecido, dichoso, privilegiado y con un orgullo incontenible en tu alma porque decidió entregarnos su vida por completo. Tratándose de Luis Miguel podría seguir indefinidamente agregando ítems a mi concepto de fan porque lo que nos hace experimentar es algo muy fuerte e importante.

Ser un verdadero fan no tiene que ver con tu antigüedad como tal, ni por la cantidad de shows asistidos o los kilómetros recorridos tras sus pasos; eres un incondicional de ley cuando el lazo de cariño y admiración que te une a él es inquebrantable, cuando sientes que harías cualquier cosa con tal de retribuirle lo feliz que te hace. Por mi parte, si su eterna felicidad dependiera de mí, haría hasta lo humanamente imposible por otorgársela. Sí, lo adoro y eso no cambiará jamás! Es más, cada día mi cariño se acrecienta.

Nuevamente quiero compartirles la historia de una fan de hueso colorado, quien apoya incansablemente la carrera de nuestro Sol desde el anonimato. Pero eso fue hasta hoy, por lo

que quiero agradecerle especialmente el que haya decidido dar a conocer su nombre real en este espacio. Los dejo en muy buena compañía:

 Mi nombre es Clarissa Villarreal y primeramente quiero agradecer a Euge Cabral el permitirme formar parte de esta columna que ya es una leyenda, por eso me emociona mucho estar aquí. 

Mi historia como fan del Rey comienza un domingo del año 1982, cuando tuve la enorme suerte de ver la primera presentación de Luis Miguel en el programa “Siempre en domingo”. Recuerdo que me encontraba de espaldas al televisor haciendo mi tarea y aunque lo escuchaba atentamente, pues me gustó en un principio el nombre de este niño y luego la música, no volteé a ver la pantalla. Todo cambió cuando escuché esa voz angelical ante la que me fue imposible no reaccionar, y al girar me encontré con el muchachito más hermoso que había visto en mi corta vida. A partir de ahí me volví una incondicional, aunque para esa época faltaban algunos años para que esa palabra nos definiera como sus fans.

Todavía recuerdo la emoción que sentí al tener en mis manos el cassette de su primer trabajo, no podía esperar a llegar a casa para que me cantara esos 9 hermosos temas. Lo escuché tantas veces que terminé por acabarme la cinta y tuve que comprarlo de nuevo.

Fue hasta el año 1985 cuando lo pude ver por primera vez en vivo, lo recuerdo perfecto, fue el miércoles 29 de mayo y, siendo exactamente las 20:36 hrs, el recordado Raúl Velasco lo presentó en el Estadio Jalisco en Guadalajara, México. El estadio estaba lleno y el grito del público cuando Luis Miguel pisó el escenario fue ensordecedor, iba vestido completamente de blanco con un pañuelo rojo y brindó un gran concierto. Cuando terminó su presentación no pude evitar derramar algunas lágrimas por la emoción de haberlo visto, y mi hermana mayor no podía creer el estado de felicidad en el que me encontraba.

Desafortunadamente Luis Miguel ha venido a cantar a la ciudad donde vivo dos veces en toda su carrera, hago esta aclaración porque de vacaciones la ha visitado en otras ocasiones.

Estudié en la universidad de Guadalajara donde tuve la dicha de asistir a cuatro conciertos que fueron maravillosos. ¡Qué manera de prender al público!, sabe lo mucho que nos gusta y fue una época en la que le gustaba coquetearnos de principio a fin del concierto, así que se imaginarán la euforia y los gritos de todas, yo en primer lugar.

Sólo he podido verlo un total de 8 veces en vivo en estos 31 años de trayectoria, y confieso que nunca he tenido una amiga Luismiguelera con quién asistir a los conciertos y compartir toda esa gran emoción.

Soy testigo en la actualidad -con tantos contactos en las redes sociales-, a través de fotos grupales, de que muchas fans se han podido conocer personalmente en los shows -ya sea porque

pertenecen a un club de fans o se han contactado por medio de Internet- y créanme que eso me hace sentir un poquito sola. Guardo en mi corazón la ilusión de poder viajar a otras ciudades para ver a Luis Miguel, y así conocer a esas amigas que por ahora son virtuales, pero muy reales y sinceras.

Hablando de estas nuevas tecnología donde uno se relaciona de una manera diferente, les diré que tengo dos cuentas en cada una de las redes sociales más importantes, una con mi nombre real y otra con un seudónimo (La Fan Primera). Esto último no lo hice para ocultar a mi gente cercana la admiración que siento por Luis Miguel, pues todo aquel que me conoce sabe muy bien que he sido su fan toda mi vida, sino que fue la manera que encontré para desahogar abiertamente y sin límites todo este cariño y admiración que él me provoca.

También les cuento que decidí abrir un blog donde puedo escribir y compartir mis sentimientos con las demás fans, es un lugar donde escribo todo lo que Luis Miguel me inspira, y además también manejo un periódico digital en su honor: Luis Miguel Daily.

La penúltima vez que tuve la inmensa dicha de asistir a un concierto de Luis Miguel fue aquí en Puerto Vallarta, el 25 de Marzo de 2006, y fue increíble, estuve en primera fila y lamento decir que no pude tomar ninguna fotografía porque estaba prohibido, es más, no dejaron ingresar cámaras. Para mí hubiera sido un gran tesoro tener una imagen de recuerdo de esa noche pero no fue posible, lo que sí se me hizo realidad fue el sueño de tocar su mano. ¡Qué sensación!, de por vida quedamos con ganas de volver a sentir la calidez de su mano apretando la nuestra. Quienes lo han experimentado entenderán perfectamente lo que se siente, es un momento único donde te recorre una corriente eléctrica por todo el cuerpo, es algo maravilloso. Algo similar ocurre cuando te mira y el tiempo se detiene, el mundo desaparece y de pronto sólo existen tú y el flotando en el universo… nunca, jamás lo olvidas.

La amiga que me acompañó al concierto, aunque no era fan de Luis Miguel, no pudo evitar emitir una exclamación de admiración al final porque quedó extasiada por tanto talento, aunque seguro le dieron ganas de meterse debajo de la mesa cuando me vio brincando entre todas para tocar a nuestro Rey, pero por suerte tuvo la delicadeza de no decirme nada.

Una anécdota de ese show lo tuvo de protagonista a su Big Daddy, quien lo protegía para que no lo bajemos del escenario para comerlo a besos, en la que se resbaló y cayó tras el escenario; Luis Miguel en un principio miró hacia abajo muy preocupado, luego al constatar que estaba bien, con una sonrisa y sin dejar de cantar lo ayudó a levantarse. Terminó siendo linda y conmovedora la escena.

Mi MickyAventura más reciente fue el pasado 4 de Marzo de este año 2013 en la Feria de Tepic, donde Luis Miguel se presentó en una explanada que se llenó a tope y fue un éxito rotundo. Acampamos haciendo fila durante dos días, pasando frío, calor, hambre, sed y de más, pero fue

muy divertido. Hice nuevos amigos, viví momentos inolvidables y gracias a nuestra perseverancia nos tocó estar en primera fila, así que tuve la oportunidad de ver a nuestro Sol muy, pero muy cerquita y comprobé que sigue guapísimo y que su voz es, aunque parezca increíble, cada día mejor.

No sé cómo definir la magia que transmite Luis Miguel, pasa el tiempo y sigo llena de energía y felicidad por haberlo visto; siete largos años habían pasado desde la última vez y ya no veo la hora de volverlo a ver.

Me gusta ser parte de esta gran familia LuisMiguelera, me encanta hacer amigos que comparten esta misma pasión.

Aquí sigo y seguiré apoyando su carrera en cuanta forma sea posible y espero que algún día mi más hermoso sueño se realice; como cualquier otra fan deseo tener la oportunidad de conocerlo personalmente, pedirle un autógrafo, tomarme una foto, darle un besito y darle ese abrazo que he guardado para él durante 31 años.

Gracias Luis Miguel por embellecer y alegrar mi vida.

 Clarissa Villarreal

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