Mikyaventuras Parte I

Maria Eugenia Cabral
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11 de Septiembre de 2012

Hoy es un día muy especial, la columna se viste de gala para cobijar entre sus brazos a esta fan que se hace querer muchísimo, tan digna de admirar como de imitar. Siempre fue una fan muy activa y dedicada a trabajar incansablemente en pos de la carrera de Luis Miguel, motivo que la llevó a destacarse y por ende a hacerse conocida entre los fans.  Ella es Lucy Gómez Sánchez, una hermosa peruana con quien tuve contacto por años a través de las listas, a quien conocí personalmente en mi amado país recién en el año 2008.

Con ella he compartido momentos realmente inolvidables, de esos que dejan marcado a fuego tu corazón, así como su amistad, la que hoy en día es uno de mis mayores tesoros.

Supe contarles, en anteriores columnas, que ella ha sido una gran privilegiada en cuanto a encuentros con Luis Miguel, pero nada en esta vida es casual sino causal, ella se lo ha merecido y con creces.

No quiero extenderme más porque tenemos el honor de que ella misma sea quien nos cuente sus MikyAventuras junto al Sol de México:

MikyAventuras es una palabra que inventé para divertirme al enumerar todas las vivencias que he disfrutado en estos 22 años de ser fan acérrima del que considero el mejor cantante, el más talentoso intérprete, el más guapo hombre, pero sobre todo, la más maravillosa alma que vino a alegrar nuestras vidas con su sola presencia. Sin duda Diosito es nuestro gran aliado, que hace posible toda esta locura, porque se debe divertir mucho con él y con nosotros.

Estas columnas son el claro ejemplo que no estoy sóla en el mundo. Al contrario! Que bendición que esta locura sea tan compartida, verdad?

Tengo claro que no soy una fan normal. Desde el inicio la MAGIA de Luis Miguel me envolvió de una manera frenética e intensa, alimentada diariamente por mi carácter apasionado.

Todo empezó en el colegio, allá por el año 1989. Llego una chica nueva que hablaba todo el tiempo de un “Luis Miguel”. Reconozco que con tan sólo 11 años, al ver sus fotos, me impresiono su físico. Seguramente fue el sábado de aquella misma semana, cuando oía música a todo volumen limpiando mi cuarto, que al escuchar “Fría como el viento” literalmente su voz me sacó de este mundo. Al terminar la canción me encontré con la escoba en la mano al momento que el locutor de la radio dijo textualmente “Y ese fue el ídolo mexicano Luis Miguel”. “OH! Sí, él es mismo chico de las fotos de Carla!” -exclamé. Ese lunes, al pedirle más información, muy decidida me dijo “Ahora me gusta Magneto y Menudo, así que te regalo mi colección”. De pronto, descubrí en aquel tesoro a un chico muy simpático y maduro para su edad, totalmente admirable por todo lo que vivía además.

Poco después se anuncio el Festival de Viña del Mar 1990! Al verlo en la televisión no pude quedar más fascinada. No terminaba de recuperarme cuando se anunció su llegada a Lima. Aún hoy no puedo describir con palabras lo que me hizo sentir Luis Miguel en vivo el 21 de Marzo de 1990. Aquella noche cambió mi vida para siempre! Recuerdo perfectamente que le dije a mis papás al salir: “El no puede ser sólo un cantante en mi vida”.

Los dos siguientes años regresó a Lima y me volví a enamorar. En 1991 fui a sóla a verlo en concierto y en 1992 asistí a una Cena Show, donde por primera vez sentí su mirada a consecuencia de que me señaló por ser la única bailando a un costadito. Una explosión total!

Luis Miguel se convirtió en mi tema preferido, pero nadie me secundaba. Por ahí me escuchaban, pero veía en los ojos de mis amigas que realmente no me entendían, por lo que sentí la imperiosa necesidad de conocer gente que sintiera lo mismo. Por ello en 1993 entré a formar parte del Club de Fans de Perú.

Esta pasión se transformó en mi estilo de vida, trabajar por Luis Miguel se tornó algo prioritario que viví muy intensamente desde el principio. Como muchas veces menciona Euge, es una completa necesidad el retribuir de alguna manera todo lo que él nos hace sentir.

Lamentablemente a mi país viene muy poco. En 1993 lo viví con el Club de manera más directa. En 1996 fue la primera vez que tuve contacto personal con su anterior Management, haber sido invitada por su gente a un show y recibir su cariño y agradecimiento fue todo un honor.

Pero al no tenerlo en Lima, las siguientes giras se me hicieron intolerables, así que decidí viajar por primera vez al extranjero. Mi primer destino fue cercano: Chile, aunque con dos días y medio de viaje en bus porque recién empezaba a trabajar en aquella época. Pensar que iba a perder mi trabajo actual, pero gracias a Dios mi actual jefe en 1999 aceptó que tuviera 12 días libres a los 16 días de empezar a trabajar. Toda una suerte!

Viaje con toda la ilusión de verlo en concierto pero jamás soñé con que fuera posible conocerlo, y menos poder hablar con él directamente aunque lo sintiera tan cercano. Ese milagro me fue concedido en Santiago de Chile el 22 de Noviembre de 1999 cuando fuimos invitadas a estar presentes en su premiación por ser el artista que más discos había vendido en la historia discográfica de ese país. Ser testigo de un evento tan importante no tenia comparación, por el orgullo que significaba poder aplaudir sus logros directamente. Pero el ser parte de las doce fans invitadas a reunirnos con él fue sencillamente la gloria.

Con la sonrisa más encantadora de esta tierra nos saludó muy cariñoso. En ese tiempo aunque tenía 22 años y él 30, lo saludé diciéndole tal cual lo sentía: “Mi bebito precioso!” Lo abrace fuerte con toda la ternura de mi corazón y sentí lo mismo de su parte. Pude regalarle algo que para mí tiene un significado fundamental, mi bandera peruana, y al entregársela le pude decir  “Muchísimas gracias, fue súper especial que nos hayas saludado en el show” a lo que él respondió “Claro, si las vi, las vi”. Después de fotos, besos, abrazos y palabras cariñosas de su parte, terminó así el momento más dichoso de toda mi vida.

Pudimos vivir una gira en 3 ciudades distintas y fue muy especial. Pero como le digo siempre a las viajeras primerizas: “Si viajan una vez para ver a Luis Miguel no podrán dejar ese vicio jamás!”.

En mis inicios en el internet por 1997, al buscar “Luis Miguel” me encontré con un mundo enorme y fascinante, sobre todo lleno de fans de hueso colorado como yo. Desde el comienzo formé parte muy activa de varias listas, hoy desplazadas por la tecnología. En especial admiraba mucho el trabajo de Juani y amigos del Sparklist que luego se convirtió en LuisMiguelFans de www.idolo.com y hoy son “Por la Magia de Luis Miguel” de España. También en “La Casa de Luis Miguel” leía, entre varias amigas, a una persona muy especial a quien conocí por uno de los Especiales “24 horas de Radio” que hacíamos por aquellas épocas: Martha Codó. Existió entre nosotras a partir del primer contacto una empatía tan especial que hasta ahora decimos que somos “almas gemelas” y desde ese instante me invitó a conocer México, lo cual era todo un sueño para mí. Conseguir la visa fue toda una odisea, incluyendo una entrevista con el Embajador de México en el Perú, pero gracias a la gestión de Martha vía email lo logré. En aquel viaje me llevó por un MikyTour total, conociendo así los sitios más significativos para él en su país: sus casas, la iglesia donde se bautizó, los recintos donde se presentaba y Acapulco, a cuya casa le llevamos unos regalos por el día de su cumpleaños, aunque lo celebraba en Marbella!

Me la pase tan increíblemente bien que no pude resistir la tentación de ser testigo del enorme amor que le tiene México a su Sol, por lo que regresé en el 2002 a Ciudad de México a presenciar el show del Estadio Azteca, que fue sin precedentes, y 9 conciertos más en su casa: El Auditorio Nacional. Ahí me sentí una reina porque por primera vez vio mi bandera fuera del Perú y pude saludarlo de mano, mirándolo a los ojos, lo cual siempre describo como “tocar el cielo con las manos”.

Ese mismo año regresó a Lima y volví a tener el enorme privilegio de reunirme personalmente con él. Su asistente fue divina porque nos fue a buscar en pleno show y de las manos nos jaló hasta el backstage, donde unas camionetas con el motor encendido lo esperaban para irse de frente al aeropuerto. Alcancé a pedirle a Marthita de México que por favor agrupe a todos y vayan al aeropuerto en taxi.

Estábamos ya en la Van cuando Miky aún seguía en pleno show. Fue alucinante escuchar los últimos acordes de “Cuando Calienta el Sol” mientras lo vimos subir todo envuelto en la camioneta de adelante y partir inmediatamente, mientras los fans coreaban “otra, otra”.

Cuando nos dimos cuenta estábamos solas en la camioneta con el chofer y una señora, a quien inmediatamente identifiqué como Edith, la nana de Luis Miguel, así que tuve el privilegio de poder conversar con esta persona tan querida por Miky.

Cuando llegamos, la Van de Miky ya iba a entrar a la pista de despegue donde ya no está permitido el acceso, pero su ex manager Alejandro Asensi se dio cuenta de la llegada de las fans, por lo que vimos su preocupación y se estacionó. Al bajar a saludar a las chicas observamos que la encargada de Aduanas le negaba a Alejandro nuestro acceso, mientras tanto la camioneta que tenia al lado mío se abrió y vi la mitad del cuerpo de Luis Miguel sentadito!!! Lo saludé con un “hola” a la distancia, él estiró su mano lo que me dio la confianza para acercarme. Lo que hablamos fue más o menos así (lo recuerdo como si hubiera sido ayer):

-LM: Hola mi reina, ¿cómo estás?

-Lucy: Miky querido, que alegría tenerte entre nosotros… (beso y abrazo muy  fuertes). – no aguanté más y me puse a llorar.

LM: No llores!

Lucy: Discúlpame Miky, pero no lloro por ti, tengo una situación bastante difícil en estos momentos, tengo a tu club de fans afuera y no las dejan acercarse. Sé que no es tu culpa, por supuesto, pero algo debe de hacerse!

-LM: Pero ¿qué pasa? no entiendo… – se acerca Big Daddy – ¿What´s going on? We have to do something! Miky le dijo a Big Daddy: ¿Qué pasa? Tenemos que hacer algo!.

En eso Asensi se acerca y le dice a Miky: “No dejan a la gente del club entrar. Lo que podrías hacer es asomarte y saludar de lejos a todas”.

Gracias al cielo Miky fue consciente de que iba a ser doloroso para ellas no poder tenerlo más cerca, por lo que le dijo a Asensi en un tono de voz no alzado, pero sí de orden “Yo no quiero saludarlas así, quiero saludarlas de mano”. En ese momento me volví a enamorar del Luis Miguel que sabe cómo quiere que las cosas se hagan y tiene la autoridad para que se realicen, sea como sea. Cuando Asensi se fue a coordinar el tema me tranquilicé, porque ya tenía la seguridad de que mis chicas lo verían también, así que me puse a platicar con él! ¿Quieren saber que fue lo que conversamos? Se los cuento en la próxima columna.

Continuará…..

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