Luis Miguel, dueño de un ángel especial, capaz de cambiar tu vida para siempre

Maria Eugenia Cabral
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10 de julio de 2012

No sólo se es buen cantante poseyendo una voz privilegiada y con un amplio registro, pues con estas habilidades nacen muchísimas personas, sino que se torna prioritario trascender lo espiritual y ser capaz de tocar lo más íntimo de nuestro ser.

Sin duda Luis Miguel es dueño de este ángel especial y considero que Dios, además de bendecirlo con este don, le encomendó la hermosa tarea de sanar corazones. Es que resulta hasta sobrenatural lo que es capaz de transmitir con su voz, su mirada o la dulzura con la que interpreta cada canción.

En reiteradas oportunidades me han llegado testimonios, como el que vamos a compartir hoy, donde queda demostrado que para muchas personas, Luis Miguel, es un pilar fundamental donde refugiarse para seguir adelante con sus vidas. Toda situación de dolor, angustia, enfermedad, decepción, tristeza, es más fácil de atravesar cuando accionas ese botoncito mágico del play, aquel que inmediatamente deja fluir esa voz que le brinda a tus oídos y a tu alma la paz y el consuelo que tanto anhela.

Los dejo con esta historia tan fuerte como conmovedora, la que nos revela una vez más que se pueden sortear los problemas por más graves que sean y luchar por vivir de la mejor manera:

No recuerdo como era mi vida antes de conocer a Luis Miguel, allá por el año 1996, y mejor así pues Micky no significaba nada para mí en ese entonces, es más, me caía hasta mal por la típica imagen de pedante.

Pero todo cambió rotundamente en el preciso momento en que marcó mi existir para siempre, día en el que quise atentar contra mi vida, así de sincera seré, a Micky le debo el estar viva. Él me ayudó en lo profundo de mi dolor, de mi amargura, de mi depresión, a salir de nuevo, a levantarme otra vez.

Tenía una pésima relación con mis padres, era víctima de violencia familiar, por lo que tuve que mudarme con mi abuela y les confieso que esto no logró que mi sufrimiento cesara.  Cuando quisieron llevarme nuevamente a mi casa tomé un arma para terminar con mi vida, pero extrañamente una pequeña radio que estaba a mi lado se encendió fuertemente con la canción “Sueña”. La escuché y exploté en llanto al tomar conciencia de lo que estaba por cometer, lo que me llevó a soltar el arma y a continuar llorando desconsoladamente, no podía detenerme.

Después de eso a lo poco que tenia de mi vida le puse mucha cinta adhesiva y empecé desde el principio.

Cuando todo se tranquilizó, estando sola, juré seguir de cerca a quien había evitado que cometiera tan fuerte error y acepté mi realidad. No se imaginan lo que le he agradecido a Dios el haberme enviado a Micky en los peores momentos de mi vida, en los más fuertes y difíciles su música ha sido mi aliciente, mi tabla de salvación.

Luego llegó el tiempo de mis alegrías totales. Gané en 1999 un concurso para viajar a España a un concierto de Luis Miguel en la plaza de toros, Las Ventas, y lo hice. Otra vez me tocó estar atravesando una gran crisis, y el estar frente a la persona que hasta ese día era lo más bonito que tenía en mi vida fue sanador. Canté sus canciones con infinito amor, lloré de felicidad al comprender que tenía otra oportunidad de poder salir adelante, que Dios me permitía nuevamente estar junto a él.  Lo admiré desde lejos … lo veía tan lindo, tan especial y tan único! Luis Miguel era la persona que representaba mi guarida, mi escape, mi felicidad y a quién podía querer sin limitaciones.

En el año 2004 tuve la fortuna de verlo de nuevo, habían pasado tantas cosas y seguía dándole batalla a la vida. Antes de su concierto me dirigí con mi hermana a comprar las entradas, con tanta mala suerte que nos robaron antes de llegar al lugar. Por suerte un policía que estaba resguardando la seguridad del estadio era amigo nuestro, así que le pedimos que nos preste el dinero, quien gracias al cielo disponía de esa suma y corrimos a sacar las entradas. No tuve ni tiempo de deducir cómo le iba a pagar, pues me sentía desesperada y muy dolida al pensar que no podría estar junto a Micky. Pero lo logramos, asistimos al concierto y fue una noche especial, pude estar con mi gran guardián como me gustaba llamarlo.

Luis Miguel es dueño de mi cariño y de mi respeto absoluto, por eso siempre lo he defendido en ocasiones donde muchos medios lo atacan injustamente. Como fan he utilizado mis influencias al respecto para poner en claro quién es Luis Miguel, y el poder lograrlo es algo que me ha colmado de satisfacción.

Una anécdota graciosa es la que me aconteció saliendo del almacén de mi padre, ubicado en el centro de la ciudad de Quito en donde vivo. De camino hacia la estación de buses, para retornar a mi casa, me di cuenta que en un almacén antiguo estaba ubicado de forma desastrosa un poster de Luis Miguel, que al parecer lo había puesto el dueño para tapar un mentado hueco. Qué dolor me produjo ver allí el cartel en donde se anunciaba el show que daría Micky en el estadio. Hablé con el dueño, me brotó mi amor de fan, y logré convencerlo de que me lo diera. Les confieso que creí que me lo vendería, estaba dispuesta a pagar por él ya que contaba con dinero suficiente, pero por suerte me lo regaló. Regresé a casa feliz, iba a darle a ese bonito poster el lugar que merecía, lo enmarqué y hoy, hace ya 8 largos años, sigue en el mismo sitio: en mi cuarto.

Hace algo más de un año, para ser exacta el 12 de marzo del 2011, perdí a mi abuela a consecuencia de un cáncer muy agresivo, enfermedad que padeció por 4 extensos meses, tiempo en que mi vida cambió para siempre. Quede devastada, sin ganas, y me pregunté muchas veces ¿por qué seguir?  Justo este Marzo de 2012 Micky regresa a mi país y se presenta el día 13, 24 horas después de recordar mi terrible pena. ¿Casualidad? Claro que no! Y no saben lo mucho que significó para mí tenerlo aquí justo ese día.

Mi nombre es Yolanda Catherine Mancero Jara, tengo 31 años  y soy ecuatoriana de la ciudad de Quito. Soy y seré fan de Luis Miguel hasta el último día de mi vida porque estoy orgullosa de llevarlo en mi sangre, en mi alma y en mi espíritu.

El Sol para mí es una constante oportunidad de luchar por mí, por mi vida, y de saber que nada ni nadie puede vencerme.

La gente que me conoce sabe sobre mi cariño hacia Micky, motivo que me hace sentir más libre y mucho más feliz por tener al Sol de México latente en mi corazón.


Yolanda Mancero

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