Luis Miguel anuncia su tan esperado regreso

Maria Eugenia Cabral
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Las primeras horas del pasado martes, 17 de octubre, trajeron consigo una de las noticias más esperadas de los últimos años. No solo los fans de Luis Miguel soñamos con la llegada de este momento, sino que el mundo entero está deseoso de volver a escuchar a la voz latina más prestigiosa de todos los tiempos. Si bien desde mediados de año comenzaron a correr fuertes rumores sobre un nuevo disco, no habíamos contado con ningún tipo de confirmación oficial por parte del equipo del artista. Pero con el correr de los meses nuestras ilusiones comenzaron a tomar forma, sobre todo ante este anuncio realizado la semana pasada en sus sitios oficiales, acerca del estreno de una canción. Como sigue siendo ‘El Rey’, esta noticia causó revuelo en las redes sociales y en los medios de comunicación, los que de inmediato se hicieron eco de la primicia. Luego de 7 años de espera, está de más decirles que los fans lo vivimos como la previa de lo que será un suceso inolvidable.

Por estos días transitamos un periodo que disfrutamos al máximo, aquel en el que echamos a correr la famosa cuenta regresiva que nos llevará a reencontrarnos con la única voz capaz de acariciarnos el alma. Y por supuesto que esta última semana se barajaron muchas opciones en cuanto al género elegido para el tan esperado regreso de ‘El Sol de México’, unos apostaron por el mariachi, otros por el bolero, y algunos por el pop. Por suerte, y en virtud de la ansiedad colectiva,  este misterio fue develado el día de ayer con la publicación de un breve adelanto de su nuevo sencillo que será lanzado mundialmente el próximo viernes 27 de octubre. Luis Miguel apostó nuevamente por el género regional mexicano, y la canción elegida para su presentación se titula “La fiesta del mariachi”, popularizada por el legendario Mariachis Vargas de Tecalitlán, quienes además lo acompañan en esta nueva producción.  No puedo describir con palabras la dicha que sentí al ver materializado mi sueño (y el de todos sus fans) con los primeros acordes de esta nueva canción, y créanme que la emoción se multiplica cuando lo escucho interpretar con tanta pasión música regional de su tierra, esa misma que nos enseñó a querer tanto. Luis Miguel está de regreso, y mi corazón sabe que esto es apenas la antesala del paraíso que nos espera el próximo 24 de noviembre, cuando por fin esté disponible su nuevo trabajo discográfico.

Para cerrar esta introducción quisiera agradecerle el privilegio y la bendición de continuar disfrutando de su voz. Gracias Miky por seguir dedicando tu vida a tus fans, por hacernos tan felices, por renovar nuestras ilusiones, por hacernos vibrar de emoción como si fuera el primer día, porque  el corazón se pone a mil con solo pensar en volver a escucharte.

Y hablando de lo vital que resulta contar con su voz en situaciones impensadas y dificilísimas, en las que la vida no solo depende de la ciencia sino de la fuerza y Fe del paciente, he aquí un relato que pondrá en evidencia que Luis Miguel ha sido (y sigue siendo) el pilar fundamental para dar batalla a una irreversible enfermedad:

Corría el verano del 82, era media tarde y estaba con mis hermanas jugando en la terraza, cuando de repente escuché la voz de la mía mamma que me llamó y me dijo: “Ven, corre, mira que niño rubito, con melenita y mexicano, va a cantar en la TV”. Ella me conocía perfectamente, sabía de mi amor por México, pero lo que no se imaginaba es que aquel niño formaría parte de nosotras para siempre.

Se presentó en la televisión española ataviado con un traje de cuero negro con un sol, les juro que jamás podré olvidar esa imagen y aquel momento, el primero de un sinfín de instantes, buenos y amargos, en los que Luis Miguel ha sido parte de mi vida.

Al principio fui reservada, no quería que mi familia descubriera que él me gustaba, era la menor de cuatro hermanas y se ponían sofocantes con todo lo relacionado a mí, así que no tenía otra opción más que ocultar mis sentimientos. En España se lanzó “Decídete” y, aunque Luis Miguel vino varias veces de visita, yo seguía disimulando. Pero ya no pude resistir con la llegada del disco “Palabra de honor”, así que me lo compré en cassette, aunque sinceramente jamás imaginé que éste significaría tanto en mi vida.

Cuando cumplí los catorce años comencé a sentirme mal, pronto me diagnosticaron una enfermedad de las raras y me vi ingresada en un hospital, con más posibilidades de irme que de quedarme. Allí transcurrí ocho largos meses de angustia por no saber lo que sería de mí, ni tan siquiera si sería. Siempre agradeceré a mis padres porque hicieron lo que no está escrito, y gracias a ellos hoy estoy aquí sentada frente al ordenador escribiendo. Le debo gratitud eterna a mi médico que, aunque fue durísimo, nunca me ocultó la gravedad de lo que podía pasar, sabiéndome guiar hacia mi bienestar en la actualidad. Y por supuesto deseo agradecer a Luis miguel, porque durante esos intensos meses no cesó de sonar en el cuarto piso de aquel hospital.  Recuerdo que los tenía a todos fritos con “La chica del bikini azul” pero, como era la única niña de aquella planta, no dudaron en consentirme y aprendieron a ser LuisMigueleros.

Todo salió mucho mejor de lo previsto, y aunque Luis Miguel dejó de visitarnos en mi país, continuaba muy presente en lo más profundo de mi corazón.

En 1991 me enteré de que venía, ¡Dios! Al fin lo iba a ver. Jamás olvidaré ese concierto en el que estuve en primera fila, porque comprendí que si grande era cuando le oía en los discos, enorme era en vivo y en directo. Por más que deseo, me resulta imposible  transmitirles lo que sentí cuando escuché su voz pidiendo silencio para interpretar “Más allá de todo”… ¡Literalmente me quedé sin aliento!

Luego de ese concierto su ausencia en España se hizo notar nuevamente, así que en 1998 decidí escribir a su oficina y un día llegó la ansiada contestación, en la me informaron que próximamente vendría. Cómo olvidar que casi me parto la cabeza bajando las escaleras para contárselo de inmediato a mis padres.

Su regreso trajo más cosas buenas, ya que mi trabajo y el amor de mi vida se hicieron presentes. Ese amor que un día me sorprendió siempre me dice:”Paky, no tenemos una canción con la que decir que nos conocimos, como otras personas, pero tenemos a Luis Miguel

El 13 de septiembre de 2003 nos casamos, día que casualmente años después lo proclamaron como el ‘Día de Luis Miguel’. Él formó parte de nuestra boda, pues nosotros no bailamos vals sino que danzamos al son de “Por debajo de la mesa”. En el DVD de este acontecimiento tan importante está presente con “La Incondicional” y “Fría como el viento”, y cada persona que lo ha visto ha llorado de emoción porque todo fue muy bonito y con mucho amor.

En el año 2009 teníamos pensado viajar a Roma, pero no fue posible porque me enteré que Luis Miguel vendría a Madrid para presentar su CD “Cómplices”. Casi me muero cuando me di cuenta que su estancia coincidiría con mi ausencia en la ciudad, así que luego de meditarlo mucho decidimos cancelar el viaje, pues definitivamente no iba a disfrutar de aquellos días si no lo veía. ¿Que si mereció la pena? Claro que así fue, ya que a las 3 de la madrugada dio la orden de detener su coche para saludarme desde el interior, momento en el que aproveché para decirle lo buenísimo que estaba su nuevo disco y lo bien que estaba su voz. Para que Luis Miguel no se quede con remordimiento, si un día lee esta historia, deseo contarle que en nuestro décimo aniversario de boda pudimos por fin ir a Roma.

Algo muy bonito que quisiera compartirles tiene que ver con un regalo inolvidable con el que me honró mi esposo, ya que en el año 2014 decidió tatuarse su brazo en mi honor, inmortalizando la frase “La incondicional” como parte del símbolo del infinito. Recuerdo que cuando optó por esta frase me dijo: “No hay nada que me recuerde más a ti”.

En este relato llego al presente, días en los que estoy viviendo uno de los peores momentos de mi vida, pero Miky sigue acompañándome en cada instancia, como lo hago yo sin que lo sepa. Debo confesar que en ciertas ocasiones me enfado con él porque no entiendo algunas cosas, pero que el inmenso cariño que siento es capaz de desvanecer cualquier enojo o frustración cuando mis ojos tienen la dicha de volver a verlo… y así son las relaciones, ¿no?, tienen ese condimento para que no se tornen monótonas y aburridas.

Por último deseo agradecerte Luis Miguel por estar siempre en los tiempos buenos y en los no tanto, y por ponerle la mejor banda sonora a mi vida.

Paky

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