Luis Miguel es mi pasión y mi delirio

Euge Cabral
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Al fin llegó este 2014 y con él, nuestras ilusiones y sueños se renuevan. La vida nos regala otros 365 días, y sólo de nosotros depende vivirlos al máximo.

Hace apenas 7 días que estamos de estreno, y no podemos evitar preguntarnos cuándo tendremos novedades respecto a la carrera de Luis Miguel.

La pregunta del millón es “¿Habrá nuevo disco?”, y aunque estamos muy confiados en que así será, pues llevamos un par de años esperándolo, no hay ninguna noticia oficial al respecto y eso nos inquieta muchísimo. En este tiempo de silencio la ansiedad se torna nuestra peor consejera, es imposible tratar de evitarla y no escucharla, y es tan insistente que nos termina por angustiar cuando no podemos encontrar las respuestas. Si estuviera a nuestro alcance un calendario que apacigüe un poco las ansias que se empeñan en hacer estragos en nosotros sería más fácil dominarlas. Saber de antemano la fecha probable de salida de un disco, la de su conferencia de prensa, la del lanzamiento del single, de un nuevo videoclip, la del comienzo del tour y los países que visitará, disiparía nuestras dudas y nos permitiría trabajar más certeramente en hacer realidad nuestros sueños. Es probable que los ojos de algún lector que no es fan de Luis Miguel se encuentren recorriendo estas letras y se esté preguntando en este preciso momento qué es lo que nos motiva a querer saber todo cuanto antes, y la respuesta es sencilla: no queremos perdernos detalle de su vida profesional, lo que nos obliga a prever -pensando en lo económico- y a realizar un estudio exhaustivo de nuestras posibilidades. La idea es acompañar a Luis Miguel en cada etapa de su carrera, por ello es que apenas comienza el año una de nuestras prioridades es él.

Claramente Luis Miguel llegó a nuestras vidas para darle un giro rotundo, convirtiéndose en esa suave brisa en el desierto; su voz reconforta y renueva nuestro espíritu ante tantas preocupaciones o desencantos de la vida… es esa lucecita que Dios nos envía cuando la oscuridad se apodera de nosotros. Por todo esto, pensar en un nuevo disco y tour es sinónimo de soñar con un nuevo encuentro, aquel que de sólo imaginarlo nos ilusiona y emociona tanto.

Por lo pronto debemos cultivar la paciencia y priorizar el descanso que Luis Miguel se merece, deseando que muy pronto tengamos noticias de su regreso. Mientras tanto, ¿Qué les parece si conocemos una nueva historia? Los fans de El Sol tienen vivencias dignas de ser compartidas, he aquí un claro ejemplo:

Soy Nancy de Rosario, Argentina, y antes de comenzar con mi relato quisiera destacar que, como muchas otras fans de “LuisMi” -como a mí me gusta llamarlo… sí, Mi con mayúscula, no sólo porque coincide con la primera sílaba de su segundo nombre sino porque a él lo siento como algo muy mío-, soy una persona muy soñadora que cree en el amor, en los sueños y en las ilusiones porque… “Qué importa vivir de ilusiones si así soy feliz…”

¿Cómo llegó Luis Miguel a mi vida? En realidad no puedo dar una fecha exacta porque cuando ya era todo un éxito y ganaba su primer Grammy, yo recién estaba por llegar a este mundo, así que con orgullo puedo decir que nací siendo su fan.

Recuerdo que desde muy chica -aún no llegaba a juntar dos dígitos en mi edad- tenía un cassette siempre listo en el radiograbador porque cada vez que escuchaba su voz en la radio apretaba el botón “grabar” para después volver a escucharlo.     

Pasaron algunos años y en agosto de 1996, para el Día del Niño, mis papás nos regalaron -a mí y a mis dos hermanas mayores, aunque la única fanática de LuisMi era yo- el disco “Nada es igual”. En ese mismo año en un programa de TV que cumplían sueños a la gente -se emitía en Argentina y se llamaba “Sorpresa y ½”-, una chica fue la gran afortunada y concretó su anhelo de conocer a Luis Miguel, y a partir de ese momento martiricé a toda mi familia para que enviara una carta con tal que hicieran realidad mi sueño también -el mismo de aquella niña-, algo que sigo soñando hasta hoy, sin perder las esperanzas de que algún día se cumpla.

En 1997 “Romances” fue mi primer tesoro, sólo mío, y mis primeros ahorros invertidos en Luis Miguel. Para mi alegría el cassette no vino sólo, sino que incluyó un VHS con los videos de “Por debajo de la mesa” y “Cómo es posible que a mi lado”. En noviembre LuisMi llegó con su tour a Rosario, pero ese año me quedé con todas las ganas de ver su show, ya que era chica y no supe expresar claramente mi deseo de asistir.

En el verano de 1999 compramos un equipo de música y lo primero que hice fue ir a comprar mi primer CD de LuisMi, “20 años”, luego mi segundo fue “Aries”, y también ese año apenas salió a la venta “Amarte Es Un Placer” corrí a la disquería a comprarlo. Así sucesivamente fui comprando todos los CDs, los que me faltaban y los que iban saliendo hasta completar la colección, la que al día de hoy cuenta con 32 CDs, 4 DVDs, algunos VHS -incluyendo algunos que yo misma grabé de la TV-, una carpeta con recortes de revistas, diarios, libros, remeras, binchas, fotos, posters, entradas y varios souvenirs que conservo de los conciertos a los que he tenido el honor y el privilegio de asistir. Gracias a Internet mi carpeta se ha extendido hasta la PC donde guardo todo tipo de archivos que tienen que ver con él. El último tiempo sumé a mi LuisMiManía una página de Facebook que administro y que se llama “Porque me encanta cuando LuisMi se equivoca en vivo y se le dibuja una sonrisa” -El Sol brilla hasta cuando se equivoca, ¿o no?-, en la que subí algunas fotos, videos, y una recopilación que hice de sus 30 Años de carrera utilizando toda mi colección y ayudándome también con Internet.

Volvamos a 1999, después de haberme quedado con las ganas de presenciar el concierto de 1997, el 10 de noviembre Luis Miguel regresó a Rosario y esa vez no me lo perdí, con una compañera de colegio habíamos prometido ir a su recital y nadie nos detuvo. Fue así que ese día tuve mi primera cita-show con Luis Miguel -recuerdo como si fuese hoy hasta lo que llevaba puesto-, y no me perdono no haber ido con una cámara para retratar ese maravilloso momento para luego revivirlo una y otra vez. Retomando mi relato, ni bien tuve en mis manos mi entrada la guardé como un tesoro, como esas joyas que se guardan para usar en un momento especial.

Al llegar el momento -jamás olvido que al otro día tenía dos evaluaciones y un trabajo que entregar en el colegio- no cabía en mí tanta mezcla de nerviosismo, emoción, entusiasmo, y vaya a saber que tantas otras sensaciones. Comencé a alistarme porque me esperaba mi gran noche y mi compañera pasó a buscarme para ir hasta el estadio. Al llegar al lugar tuvimos que bajarnos del auto unas cuantas cuadras antes e ir caminando hacia la entrada, en el camino nos topamos con los vendedores del merchandising de la gira y debo confesar que invertí todos mis ahorros en cuanto souvenir se me cruzó por mi ojos -remeras, fotos, poster, llavero, taza, etc.-, con decirles que mi compañera se quedó admirada de todos los recuerdos que me traía. Ya en nuestras ubicaciones nos dispusimos a esperar la hora señalada. Comenzaron los primeros acordes y del cielo bajó una estrella, sí, era Luis Miguel que bajaba en una especie de farol del cual se sostenía. Ni bien pisó el escenario comenzó interpretando un tema de su reciente producción, “Quiero”, y ese momento quedó grabado a fuego por siempre en mi corazón. Luego siguió cantando por alrededor de dos horas todos sus éxitos, y por último fue el turno de otro hit de su último disco, “Te Propongo Esta Noche”. Al término del show Luis Miguel entregó al público pelotas de fútbol autografiadas y unas enormes pelotas de colores, luego se quedó parado en el centro del escenario, elevó su brazo con micrófono en mano y su dedo índice apuntando hacia arriba, con los labios lanzó un beso, y finalmente subió corriendo las escaleras para despedirse hasta la próxima.

Los tours “Mis Romances” y “33” me tocó verlos por TV desde casa, ya que esos años Luis Miguel no vino a Rosario y me fue imposible verlo fuera de aquí. Desde ese momento me dije “Ya nunca más” y como dice el refrán “si Mahoma no va a la montaña…”, en el año 2005 -esta vez con una compañera de la Facultad- me propuse ir a ver a Luis Miguel así no cantase en mi ciudad. De esta manera fue que el sábado 12 de noviembre de 2005 LuisMi me tuvo nuevamente entre su público, esta vez en Buenos Aires, siendo mi primera vez en esa ciudad para ser testigo de un Luis Miguel como nunca antes lo había visto: vestido de charro, acompañado con Mariachi y al son de las rancheras. Me sorprendió escucharlo cantar en vivo sus temas más viejitos, y aunque un poco lejos, fue mi gran debut en sector VIP. Volví de mi segunda cita en una nube, de la cual me fue difícil bajar por un largo tiempo.

En 2008, y después de largos nueve años, Luis Miguel regresó nuevamente a Rosario, así que con un grupito de LuisMiAmigas fuimos a comprar la entrada. Partimos hacia la cita el miércoles 3 de diciembre, esta vez en fila 2 en el sector VIP hacia la izquierda bien cerquita de LuisMi, lugar de privilegio porque desde allí pude apreciar el talento, la entrega, el histrionismo y la belleza de Luis Miguel en todo su esplendor. Si después de mi primera vez en Buenos Aires volví en una nube, esta vez volví en un colchón de nubes, más difícil de bajar aún.

El tour 2010 parecía otra vez querer esquivar Rosario, por lo que ni bien salieron a la venta las entradas para las segundas fechas en Bs.As. corrí a comprar una para el sábado 27 de noviembre, a pesar que esa noche tenía la despedida de soltera de una de mis primas  -con perdón de ella, esto era más importante. Desde fila cinco pude volver a apreciar lo mejor de Luis Miguel arriba del escenario, esa noche estuvo majestuoso, escucharlo cantar en vivo es estar en Il Cielo. Retomando, después de comprar mi entrada para Baires lo confirman en Rosario y me dije “¿Cómo no ir cuando lo tengo a unos pocos kilómetros de mi casa?”, así que otra vez compré la entrada y con mis LuisMiAmigas Rosarinas agendamos la cita para el jueves 11 de noviembre, este fue el cuarto show de Luis Miguel en el que pude apreciarlo desde fila 3.

Llegó 2012 con Luis Miguel festejando sus maravillosos primeros 30 años de carrera, un acontecimiento más que especial no solo para él sino también para sus fans. Por ello me propuse estar en todos los conciertos en que me fuera posible, y así fue que lo vi en tres ciudades de las cuatro que visitó con su “The Hits Tour” en Argentina. Como en cada una de mis giras anteriores también tuve otras primeras veces… estuve en el show que dio apertura a su seguidilla de conciertos en un estadio en Bs.As, y en el que lo vi por primera vez bajo la lluvia, experiencia que         

adoré, pues fue como sentir el calor de El Sol y la lluvia fría al mismo tiempo, propiamente como una lluvia de caricias. En el Hipódromo de Rosario viví un show desde la primera fila, y viajé para verlo en Córdoba dos noches seguidas en un estadio cubierto, por lo que presencié el último concierto de este tour por mi país.

Por ser un tour más que especial no podía ir así nomás a cada concierto, es por eso que concurrí a cada uno de ellos con una remera que diseñé utilizando el logo “LM” de 2010, en la que además hice alusión a los 30 años de carrera y le sumé los colores de México y Argentina en los distintos shows: blanco y celeste en Bs.As., verde en Rosario, y en Córdoba el tradicional rojo que utilizan allí desde hace algunos años. Algo que no había hecho hasta este tour era llevar un cartel para Luis Miguel, así que con los colores antes mencionados preparé un cartel doble para cada ciudad y los elevé en cada concierto; espero que LuisMi haya visto lo que le escribí con todo mi cariño… quiero soñar que sí, porque creo que él no se pierde nada desde arriba del escenario, ya que además de ser todo un profesional y entregarse totalmente en cada show, es un fiel espectador de su público y de sus fans, así como nosotros de él.

Por último quiero expresar algo que me sucede -creo que coincidiré con muchos fans-, y es que cuando salgo de un show de Luis Miguel digo “Cada vez me gusta más su voz, su talento, su entrega, su versatilidad, su todo…” Puedo decir que “The Hits Tour” fue un tour maravilloso y será inolvidable, ya que cada uno de los cuatro conciertos que me tocó presenciar los recordaré por siempre, no solo por lo que me dejó Luis Miguel sino también por todas las nuevas LuisMiAmigas que me tocó conocer en esta ocasión.

Siempre digo que si de mí dependiera me iría de gira con El Rey cada año, muchos pensarán que estoy loca y quizás tengan razón, porque por él pierdo la cordura, permitiéndome ser una adolescente que sueña sin límites y anhela algún día poder verlo fuera de Argentina.

Finalmente quiero decirte gracias Euge Cabral por esta hermosa oportunidad, por permitirnos formar parte de las páginas de “Diario De Una Fan”. Gracias a Sexenio, a todos los lectores y escritores de tantas hermosas Columnas LuisMigueleras. Un Gracias Inmenso a Luis Miguel por formar parte de mi vida, por acompañarme en mis momentos tristes, por celebrar conmigo las alegrías y convertirse en mi pasión y en mi delirio.

Ésta es mi historia de amor como tu fan, pero sólo es el final de este relato porque mi amor por ti no tiene fin, así como tampoco lo tienen mis aventuras LuisMigueleras. Te acompañaré toda la vida con la misma devoción de siempre.

Nancy Priscilia Francescutti, Rosario -Santa Fe- Argentina

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