De nuevo al paraíso con Luis Miguel (Parte IV)

Euge Cabral
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Hola queridos lectores, me encuentro nuevamente con ustedes para continuar con mis relatos. Para situarlos en tiempo y espacio, les recuerdo que habíamos quedado en el regreso a mi ciudad, después de vivir unos días de ensueño rodeada de mucho afecto. Les juro que me costó muchísimo tomar ese avión sabiendo que Luis Miguel estaba en mi Buenos Aires querido, pues siempre he tenido la costumbre de quedarme durante su estadía. Pero en esta ocasión, y por primera vez, iba a estar tres semanas en nuestro país, así que resultaba imposible faltar al trabajo durante este periodo tan prolongado. Tuve que volver a mi ciudad para afrontar las obligaciones laborales, con la nostalgia de dejar atrás aquella realidad paralela en la que nos sumergimos, cuando vivimos días de ensueño totalmente abstraídos de lo que pasa en el mundo, porque literalmente el nuestro gira alrededor de ‘El Sol’.

Les juro que después de dos semanas protagonizando un documental, trabajando a la par, un viaje tras el volante, emociones y encuentros tan intensos, sumado a tan pocas horas de sueño en mi haber, no sabía de dónde sacar energías para pararme frente a mis alumnos. Pero mi abuela decía, al que quiera celeste que le cueste, así que había que afrontar las consecuencias.

Ese lunes estaba con mucha expectativa porque el día anterior me habían hecho una entrevista para TV Azteca, para “Venga la alegría”, programa al que venía esquivando de participar por sus faltas de respeto no solo a esta fan, sino principalmente a Luis Miguel. Luego de tres negativas terminé por acceder, puesto que el productor del programa me imploró, aduciendo que la conductora lo pedía especialmente, que iban a ser puras preguntas bien intencionadas respecto al regreso de Luis Miguel, y que él mismo me las haría. Claro, el mundo tenía puesto sus ojos en la ansiada vuelta a los escenarios del número uno indiscutido, y los argentinos habíamos tenido la bendición de ser los primeros en disfrutarlo. Me ponen bastantes nerviosas estas entrevistas porque nunca sé con qué van a salir finalmente, pero cuando pienso que lo hago por y para Luis Miguel, me animo al reto. Por suerte la entrevista no se hizo en vivo, y aunque comenzaron preguntando lo prometido, fue inevitable recibir algunas preguntas incómodas en torno a aspectos que forman parte de la vida privada de Luis Miguel. Pero pude sobrellevarlas bien, poniendo en su lugar a estos medios amarillistas que solo buscan un buen título para vender sus viles mentiras. Aquel lunes me sorprendió gratamente la primera parte de la nota, y aquí se las comparto:

En la tarde también me contactaron de la producción de Pablo Layus, el periodista de espectáculos más famoso de mi ciudad, para su programa de radio en Buenos Aires, para hablar acerca de las ridículas afirmaciones del presidente de APTRA (Asociación de Periodistas de la Televisión y la Radiofonía Argentinas), referidas a Luis Miguel y un supuesto doble. Allí tuve la oportunidad de dejar en claro que todo lo que este ser innombrable afirma, referido a Luis Miguel y a su madre, son puras mentiras.

Ese primer día de la semana caí fulminada en los brazos de Morfeo, necesitaba dormir mucho para recuperar energías así que el despertador no iba a sonar temprano. Luego de unas 10 horas de sueño sonó la alarma, y de inmediato revisé mis mensajes en el móvil. Me sorprendió que había uno del periodista Alex Rodríguez, quien participa de un programa para Univisón, y además es corresponsal de Telecinco para España, que decía “Apenas leas este mensaje escríbeme. Help me”. Aún recostada y medio dormida le pregunté, ¿Qué pasa?, y su respuesta me hizo saltar de la cama. Ésta decía, “Tienes 20 minutos para maquillarte, porque saldrás en vivo en el programa más visto por el público latino aquí en EE.UU”. Les juro que no sabía qué hacer primero, si hacerme un café para despertarme, elegir la ropa, maquillarme, o plancharme la cara. Se estarán preguntando qué significa la última expresión, es que juro que cuando me miré al espejo para lavarme la cara, me di cuenta de que estaba llena de marcas. ¿Vieron cuando te dicen, ¡Se te pegó la almohada en la cara!? Pues me quería morir, literalmente tenía sus marcas, y esas no se van en 20 minutos. Pero Alex, a quien conozco porque también es fan de Luis Miguel, me había anticipado que era para arremeter contra el periodista argentino, el que lleva años engañando al público con el supuesto doble de Luis Miguel, así que no podía perder la oportunidad de alzar mi voz. Como dije anteriormente, cada granito de arena que uno pueda aportar es por y para Luis Miguel, él lo vale todo.

Les dejo mi breve intervención en “Siéntese quien pueda” para Univisión:

A todo esto les cuento que la escuela se quedó sin suministro de agua por un desperfecto, el que llevó tres días solucionar, por lo cual no tuve que ir a trabajar. Solo Dios sabe lo que necesitaba descansar, así que sin dudas se convirtió en mi gran cómplice. Todo esto me dio tiempo para dedicar a las entrevistas, las que siguieron surgiendo durante toda la semana, como ésta para el noticiero de Canal 9 de Chaco, provincia de Argentina:

Euge Cabral en Noticiero 9, Chaco

Ese mismo miércoles, como si fueran pocas las emociones que estábamos viviendo, supimos que al otro día iban a venderse las entradas para los conciertos de Argentina en marzo de 2024. Aún no habíamos tenido oportunidad de recuperarnos económicamente, pero la vida es una y, disfrutando a Luis Miguel, se torna demasiado feliz de principio a fin. En la tarde me compartieron la segunda parte de mi nota para “Venga la alegría”, la que paso a compartirles:

El jueves amanecimos temprano y estuvimos conectadas desde varios dispositivos para lograr comprar las mejores ubicaciones que pudiésemos conseguir, agradeciendo siempre a Luis Miguel y a su equipo la posibilidad de adquirirlas en una preventa especial. Sentimos en el alma perder una soñada fila dos por fallos en el sistema, pero igualmente fuimos felices por tener una nueva oportunidad de verlo cerquita.

Cuando llegó el viernes mi sonrisa se volvió a iluminar, porque cuando menos lo pensé ya estaba preparándome para volver a volar a Buenos Aires. Muy temprano el sábado partí hacia el aeropuerto, y al llegar me encontré con el querido Juan Alberto Mateyko, que viajaba a ver a Luis Miguel con mucha emoción y alegría. Casualmente estábamos en el mismo vuelo, y mientras esperábamos para abordar nos tomamos una foto para el recuerdo. Fue muy gracioso porque la compartí en mis historias de Instagram con la frase “Yendo en busca de El Sol”, y todos comenzaron a escribirme para enviarle mensajes a Luis Miguel. ¡No entendía nada! No sé por qué pensaron que iba a tener un encuentro con Miky. Es increíble que después de decirles que no, de aclararles que solo era una forma de expresar que íbamos a ver a Luis Miguel en concierto, esa noche el destino me iba a sorprender mágicamente conociéndolo en persona. Sin dudas fue un mensaje premonitorio, y jamás me lo hubiese imaginado. Les dejo el link de ese relato por si alguien no lo ha leído aún: https://diariodeunafan.com/2023/08/20/mi-encuentro-sonado-con-luis-miguel/

Euge Cabral y Juan Alberto Mateyko

Esa tarde del sábado fuimos a la puerta del Movistar, con la ilusión de pasar por la taquilla y que hubiesen liberado un par de tickets, pero cuando llegamos la fila tenía como 200 metros. Como pronto cerraban sus puertas desistimos del intento de preguntar, pero decidimos estacionar para bajar a saludar a los fans con los que pudiésemos cruzarnos. Cuando se acercó la hora en la que Luis Miguel llegaba al Movistar, nos fuimos hacia aquel lugar para vivir la experiencia de saludarlo. Allí nos encontramos con un grupo de fans encantadoras, las que sentí que conocía de toda la vida. Fue hermoso verlo llegar con la comitiva de la policía, quienes parecían estar en un desfile de exhibición de destrezas. Cuando Miky se acercó a nosotras pudimos ver su mano saludándonos, lo que originó una profunda emoción en algunas de las fans, las que terminaron llorando de felicidad. Comparto fotos y video de ese momento:

Esperando la llegada de Luis Miguel al Movistar Arena

Se me olvidaba contarles que, como se amagaba con la posibilidad de una próxima venta de tickets para mi ciudad, tuvimos que viajar con nuestras computadoras portátiles, pues ya saben que, mientras más dispositivos disponibles, más chances de lograr un buen lugar. Ese mismo sábado recibimos la noticia respecto a la preventa, se haría al otro día, pero nadie sabía a ciencia cierta el valor de los tickets. Empezamos a leer en Internet que se barajaban unos precios exorbitantes y eso nos preocupaba en demasía, porque si se cumplían las predicciones sería imposible afrontar ese gasto.

Amanecimos el domingo muy temprano con una sonrisa imposible de desdibujar, reviviendo una y otra vez nuestro encuentro tan deseado con Luis Miguel la noche anterior. De a ratos recordábamos que se acercaba la hora de la preventa, y eso disparaba los latidos de nuestro corazón, como si en esa compra nos jugáramos nuestra felicidad. Imagino que el común de la gente pensará, pero si ya tienes tickets para Buenos Aires, ya estuviste con él, ¿qué tan importante es volver a verlo en Córdoba?, y mi respuesta es: cada oportunidad de estar con Luis Miguel, es una nueva posibilidad de estar en el paraíso, de viajar a través de mis emociones, de sentirme libre en el sentido más amplio de la palabra, de compartir este momento con mis amigas del alma, de volver a ser la niña que soñaba con su príncipe azul, pero fundamentalmente de reencontrarme con alguien que siento mi familia, y a los seres queridos necesitamos verlos y demostrarles amor siempre.

¿Si lo conseguimos? Se los cuento en la próxima columna.

Continuará…

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