El poder de su voz alivia y reconforta el alma
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8 de mayo de 2012
Particularmente la historia de hoy ha tocado mi corazón y me ha hecho reflexionar sobre lo importante que es vivir cada día como si fuera el último junto a nuestros seres queridos.
Criss es un ejemplo de fortaleza ante los duros golpes con los que nos puede sorprender la vida. Y no es la primera persona que me deja saber que la voz de Luis Miguel la ha ayudado a atravesar difíciles situaciones, de esas con las que sentimos que no hay salida, que nada más tiene sentido. La voz de Luis Miguel es como una inyección de vida, otro don con el que cuenta este ángel sobre la tierra.
Tuve el honor de conocer a esta admirable fan brasilera en Las Vegas. En ese entonces me quedé con muchísimas ganas de compartir con Criss una amena charla, con una cena de por medio, pues no tuvimos tiempo de darnos este gusto en el país del norte.
Pero Dios nos tenía preparada otra cita para más adelante y todo confabuló para que pudiéramos reencontrarnos en São Pablo el pasado 9 de marzo. Fue grandioso tenerla a mi lado todo el concierto, uno de los mejores de mi vida, y pienso que no fue una mera casualidad el que ella estuviera en ese lugar.
Es sencillamente encantadora, un ser que irradia una luz y una energía muy especial. Querible al instante en que intercambias un par de palabras y además, una fan de hueso colorado.
No quiero extenderme más, ya deseo que conozcan a Criss:
En el año 1982 tenía 18 años y aquí en Brasil había un programa muy popular llamado “O Cassino do Chacrinha”. Era un programa con un auditorio donde iban muchos artistas famosos y otros que recién comenzaban su carrera. Ya vivía en el mismo piso que hoy en día, aunque lo hacía con mis padres, situación que continuó hasta que Dios los recogió.
Un día estando en mi habitación, mientras este programa se emitía, oí una voz muy fuerte, linda y aunque provenía de un niño era bellísima. Corrí hasta el salón para ver quién era y me encontré con un pequeño precioso, de mirada cautivante, y dueño de una potente voz…me encanto!!
En aquellos años era común que Luis Miguel viniera a Brasil y participara de programas en la tele y así fue que me torné su fan.
No acompañaba su carrera de cerca, pero siempre que él estaba por aquí, lo veía por televisión.
Los años pasaron y con la llegada de Internet todo fue más fácil. En el sitio Orkut empecé a conocer comunidades de fans que, como yo, disfrutaban de la música de Luis Miguel y de esta manera, hablaba con personas de todo el mundo (curioso, ya que no sé otro idioma). Adoraba conocer cada vez más la trayectoria de este artista.
En 2002 Dios me llevó a mi querido padre. Fue muy doloroso, se fue por causa de un cáncer, enfermedad devastadora tanto para el paciente como para quién está a su lado. Soy hija única, así que solo éramos mi padre, mi madre y yo. Siempre fuimos muy unidos, nos llevábamos súper bien, con decirles que todos mis amigos amaban a mi padre.
Fue algo desgarrador ver su partida, pero todavía quedábamos mi madre y yo, unidas, juntas, enfrentando la dura realidad de continuar viviendo sin muestro amor.
Por esos tiempos ya había hecho varias amistades por Internet y la rapidez de las informaciones contribuía para que pudiera acompañar full time cada paso de este gran artista, y era una manera de distraer la mente de mi gran pérdida.
Siempre admiré su voz, y claro que también lo encontré un bellísimo hombre, sensual, inteligente y con una manera tímida al dar entrevistas. Todo en él es único, pero valoro más el modo en que cuida su vida privada, es un gran ejemplo. Siempre me pregunté ¿cómo consigue mantenerse lejos de tantas especulaciones? Su respuesta a esta pregunta, una y otra vez, fue: “En el escenario me dedico a cantar”. Allí sí es el artista, el astro, el Rey, el Sol brillando como nadie, debajo del escenario guarda celosamente su intimidad.
Me mantuve en contacto con fans, grupos, comunidades y así pude estar al corriente de sus amores, sus conquistas, sus shows. Vibraba con sus fotos, que dejaban ver esa sonrisa hermosa y encantadora. Con el correr de los años seguí escuchando a Luis Miguel, a mi madre a estas alturas también le gustaba. A veces disfrutábamos las dos sentadas mirando, en reiteradas oportunidades, su Dvd en vivo.
Por desgracia, Dios había preparado un nuevo golpe en mi vid: al final de 2007 mi madre fue diagnosticada con cáncer de intestino.
Fue como si la tierra se abriera y el mundo se derrumbara sobre mí. Ya no tenía padre ni madre ¿por qué Dios permitió esto?
Ha sido una dura prueba para mí. Por un lado, yo quería que mi madre se curase, y tenía mucha fe en que esto iba a pasar, pero al hablar con los médicos ellos me desengañaron desde el principio. Fue una terrible experiencia que dejó a mi fe tambaleando hasta hoy.
Fue duro tener que estar siempre sonriendo, dándole fuerza y motivación a mi madre hermosa sabiendo que no había mucho por hacer. Le tomó casi dos años de sufrimiento hasta que me dejó.
Ya mis grandes amores, mi padre y mi madre, no estaban a mi lado y el dolor se tornó insoportable.
Fue también en Internet que me uní a otros grupos que pasaron por la misma situación que la mía, y hasta el día de hoy cuento con grandes amigos que nunca he visto, que se convirtieron en parte de mi historia.
En medio del sufrimiento todavía escuchaba la música de Luis Miguel cada día en el coche, en casa, en el trabajo, en el autobús. Solo esa voz fue capaz de llevarme al cielo, dejarme en paz, hacerme olvidar por un momento el dolor que invadió mi corazón durante la enfermedad de mi madre y después de su partida.
Tengo una familia maravillosa y amigos a los que puedo llamar hermanos, pero por estos días no tenía ánimos ni voluntad para hacer nada, la vida había perdido sentido para mí.
Fue la voz de Luis Miguel la que me tranquilizó. Cualquier canción que canta entra en nuestros corazones y nos hace sentir unas buenas vibraciones que alivian el alma!
Con el tiempo tuve mayor contacto con otros fans, hasta en Facebook, y me invadieron deseos de viajar y asistir a un concierto. Sí, viajar, todo un tema para mí pues muero de miedo a los aviones.
Comencé a pensar en ver a Luis Miguel, mi ídolo, fuera de mi país. Y así fue que en 2010 fui capaz de realizar el gran sueño de ver al Sol de México!
Tengo que confesar que cuando visitó Brasil en 1999 estaba saliendo con mi novio y él no quería que fuera, por lo que al final no asistí. Nunca más haré esto en mi vida, pues ningún hombre se merece que una se prive de lo que más le gusta!
En fin, fui a Lima, logré estar en la zona VIP, pero era lejos, en la fila 20. Era como un sueño hecho realidad, incluso cuando se subió al escenario fue algo mágico. Su sonrisa consiguió iluminar todo, sus ojos brillaban como algo nunca visto. Creo que es la emoción de estar allí frente a su público, ese público que él sabe que lo ama y no le interesan los pormenores de su vida privada.
Fue impresionante cuando él comenzó a cantar; esa voz, que he escuchado en mis CDs, estaba ahí, delante de mí, más hermosa y poderosa que nunca. Luis Miguel es un artista impecable!
Tuve el placer de ir con una amiga muy querida, Gisa y conocí otras fans por allí: a Rosana de Brasil y Alicia de Lima! Fue espectacular y lo mejor fue que Luis Miguel me había sacado de la desesperación!
Volví enloquecida, jamás había soñado con ver a Luis Miguel y aún más fuera de Brasil.
A mi regreso seguí hablando con varios aficionados, contando mi historia (en mi blog) y acabé conociendo a una fan que me llevó a cumplir un anhelo más. Tathiana, es de otra ciudad y quería ir a Lima, pero su intento por viajar fracasó. Continuamos con el intercambio de mensajes y en 2011 cuando se abrió la venta de entradas para Las Vegas nos volvimos locas.
Había combinado con otros amigos, tiempo atrás, que podría viajar a EEUU, pero ver a Luis Miguel era perfecto!
Aunque el dolor en mi corazón aún persistía, necesitaba apoyo psicológico para hacer frente a la pérdida tan dura, al ser hija única, el dolor parecía doble! ¿Cómo podría ser así, ver a mi padre y luego mi madre sufrir tanto y no poder hacer nada? Fui a terapia con un psicólogo pues me resulto muy difícil de superar.
Luis Miguel siempre estaba presente, pasaba todo el fin de semana entero escuchándolo. Fue él quien cantaba para mí y me animaba a limpiar la casa, quien me acompañaba en mis actividades en la cocina, en el embotellamiento tanto de ida como de vuelta del trabajo, quien me acompañó cuando me entraron ganas de llorar sólo de la nostalgia. Esa dulce voz invadió mi corazón y me tranquilizó!
Comenzamos los preparativos para nuestro gran viaje. Thati compró las entradas, otro amigo mío compró los pasajes, el alquiler del coche, etc. con su tarjeta y fuimos pagando. Así viajamos a Las Vegas.
El universo conspiró a nuestro favor aquella noche, asistimos al concierto en el Caesars Palace en segunda fila el día 17 de septiembre de 2011.
Si en Lima el show me pareció mágico, en Vegas simplemente me rendí a los pies del Sol! Quede en éxtasis cuando él entró. Estábamos muy cerca, podíamos ver los detalles de su rostro, su sonrisa, el verde maravilloso de sus ojos. Todo lo estaba viendo tan cerca como nunca en mi vida lo había imaginado!!
Asistí con una pareja de amigos y con Thati estuvimos juntas en nuestras ubicaciones, mientras otra de mis amigas sacaba las fotos.
No nos preocupamos por nada, nos dedicamos a apreciarlo. Para mí era una etapa más de superación. Luis Miguel, una vez más consiguió llevarme a otro nivel de satisfacción, de realización! Y la noche fue perfecta, hasta pude sentir el apretón de su mano. Sí, logré ir hasta el escenario y sentir su mano dos veces!
Pude dejar fluir mi emoción y algunas tímidas lágrimas me sorprendieron cuando cantó “La Barca”, que era la preferida de mi madre. Logré sonreír y admirar sus ojos, cuando por varias veces nuestras miradas se cruzaron. Pude señalarlo y decirle: “Tú, solo tú, siempre tú…”.
Me sentí realizada en Vegas con mi mejor amigo Mauricio y Baby, su esposa y querida amiga, que tuvo toda la paciencia del mundo de grabar nuestra emoción, y con Tathi que es una incondicional como yo, quien sabía exactamente lo que estaba sintiendo.
Y la voz… una vez más tengo que decir que la voz de este artista es una bendición, igual que esa otra que está en el cielo – Elvis Presley (mi otro ídolo).
El show fue algo espectacular, todo brillaba en la conmemoración de México y la alegría de todos era contagiosa.
Al final del concierto pude conocer a mi querida amiga Isa Espinoza, con la que había tenido contacto solamente por Internet y tuve el inmenso placer de conocer a la linda Euge Cabral…la conocen???
Sí, Luis Miguel me llevó a estas personas que se tornaron tan queridas para mí. Eso hace Luis Miguel, unir personas, nos lleva con su voz a otro nivel de realización!
Volví todavía más apasionada, ya pensando en volver en el 2012. Un día al abrir la computadora por la mañana que sorpresa me di: Luis Miguel venia a Brasil! Casi salí gritando sola por la casa…quería, cantar, contárselo a alguien, llamar a Thati, a Alessandra, a Patrícia, a Silvia, pero antes necesitaba confirmar se era verdad. Y lo era!
Luis Miguel de regreso en Brasil! Qué felicidad!
Asistí al segundo show en São Paulo y el último día aquí, en mi ciudad maravillosa, Rio de Janeiro en primera fila.
Sé lo que están pensando, no, no soy rica, hago todo con mucho esfuerzo económico y con la ayuda de mis tarjetas crédito y las de mis amigos. Este fue otro de mis sueños hechos realidad.
Luis Miguel le trajo a mi vida ese “clic” que le faltaba.
Algunas personas creen que es una locura pagar tan caro por un show, o ir diariamente a ver el mismo artista o estar conectada a las personas por Internet por esta pasión. Pero Luis Miguel, o mejor dicho su voz, es algo indescriptible. Cuando él deja salir esa voz una siente un momento de calma.
Aquí en Brasil hay una música que dice: “Deja que digan, que pensem, que hablen (Deja que digan, que piensen, que hablen)…” Luis Miguel está más allá de eso, él es único como su vino (según mi percepción, es fuerte para mi gusto).
Y hoy, él continúa siendo parte de mi vida, continua dándome ánimo. Sigo oyéndolo a diario con su música pop, boleros, “México en la Piel”, todo, escucho todo, al final esta voz es una de las cosas que me traen paz! Muchas canciones que escucho me llevan a recordar grandes momentos junto a mis padres, los grandes, únicos y verdaderos amores de toda mi vida.
Luis Miguel tiene una música para cada ocasión, para cada emoción que estás viviendo, para cada pasión, para cada alegría.
Luis Miguel tiene “La voz perfecta”!
Quien no es incondicional, quizás no entienda…pero ustedes saben de lo que estoy hablando.
Cristina Souza