Latinoamérica vuelve a latir al ritmo de Luis Miguel
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Noviembre llegó con la noticia más esperada por el público latinoamericano, el que llevaba meses ansiando la concreción de la visita del único artista capaz de hacernos vibrar con su voz e interpretación. Todos quieren tener la dicha de volver a disfrutar de una experiencia que no se compara con ninguna, y para ello están dispuestos a ofrecer su mayor esfuerzo con tal de obtener su pasaporte directo a la gloria.
Recientemente se informó, desde las cuentas oficiales del cantante, que Luis Miguel llegará con su exitoso tour a Chile, Argentina, República Dominicana, Paraguay, Ecuador, Perú, Costa Rica, Guatemala y Puerto Rico durante el primer trimestre del año 2019. La noticia, como era de esperar, dio paso a la euforia generalizada de un público que, sin ningún tipo de dudas, arrasará con las taquillas en cuestión de unas pocas horas. No alcanzan las palabras para describir el torbellino de sensaciones que hoy se apodera de nosotros cuando la emoción, la felicidad, la ansiedad, la adrenalina y las mariposas en la panza toman el control. Gracias Luis Miguel por la bendición de contar con tu presencia, estamos más que listos para dar inicio a la famosa cuenta regresiva que nos llevará a tu encuentro.
Mientras el tiempo corre a su paso sin que podamos sobornarlo para que avance con mayor rapidez, este espacio nos brinda la posibilidad de que esta espera sea mucho más fácil de sobrellevar a través de los relatos que aquí publico. Y hablando de vivencias, quiero anticiparles que muy pronto podrán contar con las mías, puesto que en cuestión de un par días tendré la fortuna de reencontrarme con Luis Miguel después de 3 años sin verlo. Les juro que de saberlo aquella noche, la del 28 de noviembre de 2015 cuando nos despedimos con un fuerte apretón de manos, me hubiese muerto de tristeza. Les confieso que ha sido muy difícil sostener esta ausencia, en la que me vi privada de su voz, de su mirada, su sonrisa, y esos gestos para con su público que lo hacen único. Ustedes saben que para mí no solo es el artista que estremece hasta el lugar más recóndito de mi ser, sino que lo siento parte de mi familia, y a los afectos una los necesita siempre cerca. Es por eso que decidí emprender este viaje, y qué mejor compañía que mis hermanas del alma Ana y Viviana, con las que he vivido las mejores MikyAventuras del mundo. Sin ellas nada sería igual, porque amo ser testigo de cuánto lo queremos y admiramos, de todo lo que somos capaces de hacer motivadas por esta pasión, y no tiene precio tenerlas a mi lado cuando él se deshace en gestos para con nosotras.
Por supuesto que hay más protagonistas importantes en este viaje, y ellos son los fans con los que compartiremos esta aventura, a quienes quiero con todo mi corazón, y agradezco de antemano su cariño y atenciones.
Y así como nosotras vamos a concretar un sueño más, también hay alguien muy especial que emprenderá el suyo propio, cuando tome un avión directo a Ciudad de México desde Brasil para ver a Luis Miguel por primera vez en vivo. Imagínense la emoción de esta fan que lleva más de 35 años admirándolo, cuando por fin pueda materializar su gran anhelo. ¿Quieren conocer su historia? Aquí se las comparto:
Hola, me llamo Graziela, soy Brasileña y tengo 46 años. Me caractericé por ser una niña muy reservada y tranquila, con pocos amigos, que casi no salía de la casa de sus padres, pero siempre llevé conmigo ese espíritu soñador, lleno de esperanzas y de buen corazón.
En 1983, estando en mi habitación mirando TV, descubrí a un niño de pelo largo y unos ojos verdes color esmeralda que me encantó e hipnotizó, y tuve la sensación de conocerlo de algún otro lado. Pasado ese día fui en busca de toda la información posible sobre aquel príncipe, al que solo conocía como Luis Miguel. En aquellos tiempos sin Internet ni computadoras, los únicos medios que teníamos para acceder a los temas de interés eran la televisión, la radio, y por supuesto las revistas, por lo que dediqué mi tiempo a comprar todo lo que encontraba sobre mi Rey.
Empecé a escuchar radios AM, espacios en los que había posibilidad de que él fuera a dar entrevistas y, para mi sorpresa, en 1984 hubo un sorteo para almorzar con él. ¡Me quedé shockeada! pues sería mi gran oportunidad de conocerlo. Sin pérdida de tiempo me di a la tarea de enviar un montón de cartas, y experimenté una sensación extraña que nunca antes había transitado siendo tan niña, me la pasaba llorando sin comprender lo que estaba sintiendo. Mis padres, lejos de apoyarme y acompañarme, me decían que estaba actuando como una verdadera idiota, llegando hasta al punto de intentar convencerme de que Luis Miguel seguramente era gay. Como se imaginarán, todo esto en la cabeza de una niña inocente cayó en saco roto.
Cuando supe que se realizó el sorteo en la radio y no fui la ganadora me invadió una profunda tristeza, con decirles que mi madre decidió ayudarme al verme tan desesperada. Por aquel entonces ella conocía algunas personas pertenecientes al medio, así que logró que fuera a la radio para conocerlo aquel día de la comida. ¡No lo pude creer! fui a un peluquero para sacar las puntas de mi cabello y salí llorando, pues me cortó tan corto que mi peinado quedó exactamente igual al look de Luis Miguel.
Y el tan esperado encuentro llegó, fui a la radio y allí encontré a ‘El Sol’ sentado en una sala.
Cuando nos presentaron no pude entender absolutamente nada de lo que él me dijo, se me hizo difícil por el idioma, pero de inmediato el fotógrafo de la revista nos sorprendió con la invitación, con la que resultó mi mayor recuerdo y tesoro: una fotografía con Luis Miguel. Después Miky se dirigió al estudio para encontrarse con las chicas que habían ganado el sorteo y, en el día más emocionante e importante de mi vida, conocí a una de las premiadas de aquel concurso, Alessandra Lima, quien desde ese momento se convirtió en mi mejor amiga, casi como mi hermana.
Los años fueron transcurriendo y sus visitas a Brasil fueron realmente escasas. Me casé con tan solo 17 años y dediqué mi vida al matrimonio y a mis hijos, pero Luis Miguel siempre estaba en mi corazón. Estando casada no pude ir a los conciertos con los que se presentó en Brasil, y ahora que pasaron 34 años me encuentro divorciada y con mis hijos grandes. La insistencia de Alessandra, que ahora vive en México, logró convencerme de viajar hacia aquel país para asistir por primera vez en mi vida a un concierto de Luis Miguel. Me cuesta asimilar que en unos pocos días, después de tanto tiempo, lo volveré a ver, pero esta vez sobre un escenario cantando e interpretando como solo él sabe hacerlo.
Hoy me encuentro aquí ansiosa, pensando cómo será la sensación de tenerlo frente a mí desplegando todo su arte. ¿Será igual que sentirse despegar del suelo y levitar, como cuando lo veía en televisión? Pronto tendré esta respuesta si Dios quiere.
Nunca debemos dejar de soñar y de luchar por aquello que anhelamos, pues la vida es muy corta y no hay tiempo que perder.
Graziela Celentano