“LM” En mi piel

Maria Eugenia Cabral
Últimas entradas de Maria Eugenia Cabral (ver todo)

A lo largo de mi vida como fan, el cariño que siento por Luis Miguel se ha ido acrecentando hasta convertirse en el más puro de los sentimientos. En estos casi 30 años, Miky fue mi príncipe azul, mi amor platónico, mi familia, mi consuelo en momentos tristes y siempre, pero siempre, el dueño absoluto de mis sueños y de mi felicidad.

Tan grande e incondicional es mi sentir que un día nació, desde lo más profundo de mi ser, la necesidad de inmortalizar este cariño. Deseaba que el mundo entero conociera, con tan sólo verme, el sentimiento que anidaba en mi corazón.

Luis Miguel está amarrado a mi alma con lazos indestructibles, y esto será hasta el final de mis días, por ende tomar tan importante decisión fue fácil. Lo verdaderamente complicado fue concretar mi idea, la cual me obligó a meditar cuatro largos años.

No sólo me invadió el temor a lo desconocido, el prejuicio que en aquellos tiempos convivía con la sociedad respecto a marcarse la piel, sino también debía soslayar mitos concernientes a la salud. De todas estas razones, la última era la que realmente podía hacerme desistir de lo planeado.

Como suelo hacer en estos casos, busqué mucha información al respecto e hice consultas a profesionales.

¿Sabían que es un mito el no poder donar más sangre si estás tatuado? Pues sí, ya que sólo es un año el que debes esperar para poder ser donante nuevamente.

Sorteando airosa todos los obstáculos que se fueron presentando, realicé el paso previo para tatuarme con tranquilidad, y me coloqué las dosis de la vacuna aptas para tal fin.

Cuando llegó el momento, desbordaba de felicidad y ansiedad, pues iba a cometer uno de los actos de amor más bellos, que en mi opinión, se pueden  realizar en nombre de un sentimiento.

Así fue como el 7 de diciembre de 2004 orgullosa decidí tatuarme para siempre las iniciales “LM”,

de una de las personas más importantes de mi vida, aquella que dejó una impronta de fuego en mi alma.

Recuerdo que en la época de “Amarte es un placer” las veía, no sólo en el disco, sino en las gráficas del tour, en el avión privado de Miky y creo que esto fue el puntapié inicial que hizo germinar en mi mente la idea de plasmarlas en mi piel.

Me dirigí esa tarde a mi cita con el tatuador, un poco atemorizada por enfrentar una experiencia donde hay aguja de por medio y que fuera por vez primera agudizaba aún más el cuadro. Llevaba cual tesoro en mis manos, el librito del disco con la tipología de letra de las iniciales (aunque no lograron respetarlas en su totalidad, por las dimensiones de las mismas), y  luego de copiarlas en papel con una tinta especial, las trasladaron a mi piel para que sirviera de guía.

Flotaba en una nube pensando en el gran paso que estaba por realizar, hasta que el sonido de la maquinita que tatúa logró traerme a la realidad, provocando que mis pulsaciones se aceleraran de manera descontrolada. Inspiré profundamente y pensé: llegó el momento tan ansiado, a disfrutarlo entonces. Les juro que no sentí dolor alguno y que por el tamaño del tatuaje, no tardó más de 5 minutos.

No puedo explicar en palabras lo que gocé al ver esas iniciales grabadas en mi piel, fue un momento único colmado de una emoción indescriptible.

Decidí hacerlo en mi mano, porque deseaba que estuviera visible en todo momento (en otro lugar se hubiera tornado más difícil, sobre todo en época de frío) y en la izquierda porque es la del corazón.

¿Recuerdan la columna donde les dije, que iba a contarles luego por que la psicóloga supo al instante cuán importante era Luis Miguel para mí? he aquí la respuesta. En la primera sesión, apenas atravesé el umbral de la puerta y la saludé, me lanzó la pregunta del millón sin rodeos: “¿Qué significan tus iniciales?” La respuesta ya la saben, y el calvario que viví desde esa sesión también: todo lo que ella intentaba que me planteara respecto a mi vida, giraba en torno a Luis Miguel, pero no de manera positiva sino todo lo contrario. Pobre ilusa, así le fue, al poco tiempo prescindí de sus servicios. Es que no logró comprender, que en mi vida él es el causante de las sensaciones más lindas que una persona pueda experimentar, y que ése no era el tema de mi consulta.

Mi tatuaje, aún hoy, es la gran incógnita de todo ser que me conoce.

Es muy cómico como la curiosidad le gana a la discreción y en términos generales, nada los detiene a la hora de preguntar el significado de mis iniciales. Orgullosa les respondo que son en homenaje a quien admiro y quiero con el alma, y que corresponden a Luis Miguel. Vieran sus caras de asombro y sorpresa; nadie espera que sean de un cantante, lo primero que se imaginan es que se refieren a alguien de mi familia (lo que no saben es que no están errados, por más que Miky no esté al tanto, desde hace años forma parte de ella).

Es precioso saber que no soy la única que tomó la trascendental decisión de tatuarse las iniciales o el nombre completo de nuestro Sol.

Cada día que transcurre somos más las que llevamos en nuestra piel, algo que nos identifique como fans de Luis Miguel cual marca registrada.

Y sí, no es para menos, Miky es el Rey de nuestros corazones y el responsable de múltiples gestos de amor provenientes de sus fans, algo que me llena de satisfacción e imagino aún cuanto más a él.

No dejemos nunca de hacer lo que el corazón nos dicte, animémonos a seguir demostrándole cuán importante es para sus fans, cuán agradecidas estamos de que nos siga deleitando con su voz y de que haya dedicado su vida a hacernos feliz!

Euge Cabral

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *


Mira también
Cerrar
Botón volver arriba