“Hilando sueños, te esperaré”
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Cuando llegó el 21 de diciembre, día elegido para que Luis Miguel brindara el último concierto de su The Hits Tour, a pesar de que teníamos mucho que celebrar, ese acontecimiento despertó sentimientos encontrados entre sus fans. Por un lado nos sentimos dichosos de haber sido testigos de un emblemático tour con el que Luis Miguel abarrotó cada recinto en los que se presentó y con el que además logró múltiples premios y reconocimientos, pero fundamentalmente estamos felices por haber celebrado junto a él 30 años de carrera.
The Hits Tour pasará a ocupar un lugar de privilegio en la trayectoria de este gran artista que no para de brillar, de conseguir éxitos y récords en su vida profesional, ya que en el lapso de 2 años El Sol resplandeció en 15 países y 70 ciudades, logrando un total de 118 presentaciones. Nadie quiso perderse esta gira en la que El Rey nos llevó de su mano a recorrer sus más grandes éxitos, y en la que hasta nos dio la posibilidad de elegir las canciones que deseábamos escuchar. También fue el primer tour en el que las herramientas tecnológicas acortaron distancias, logramos sentirnos a su lado y vivir cada instante prácticamente con todos nuestros sentidos. Pero por otro lado estamos transitando este final con mucha melancolía porque nos invade una gran incertidumbre, pues no sabemos a ciencia cierta cuánto tiempo tendremos que esperar por su regreso. Quizás esta nueva era tecnológica nos mal acostumbró, y el hecho de sentirlo tan presente en nuestras vidas sea la causa principal de esta sensación de angustia que nos oprime el corazón. Aunque somos conscientes que Luis Miguel necesita descansar -se lo merece por trabajar arduamente y con tanto profesionalismo-, el imaginar que podamos transcurrir muchos meses sin noticias suyas es algo que no sabemos cómo lo afrontaremos. Es que Miky se hace querer y extrañar como nadie, pues al igual que Cupido, se encargó de lanzar un flechazo directo al alma de sus fans, vínculo que nos unirá hasta la eternidad.
Dicen que el tiempo lo cura todo, por eso no dudo que esta sensación de nostalgia irá cesando un poquito con el correr de los días.
Miky, personalmente quiero agradecerte por cada mágico concierto de esta gira, por entregarte tan íntimamente no sólo a tus fans sino a las canciones, cuyas interpretaciones fueron supremas, soberbias, y lo más importante, nos hiciste vibrar de emoción. “Y es que no sabes lo que tú nos haces sentir”… esa frase nos queda perfecta, porque si hay algo imposible de describir en palabras es lo que tú provocas en nosotros; nos haces plenamente felices y tienes la virtud de colarte en nuestro interior logrando que aflore nuestra esencia. Gracias porque si estás tú sentimos mariposas en el cuerpo, gravitamos, la vida cambia de color y cada sitio se transforma en el Edén. Gracias por dar lo mejor de ti en cada concierto y por ser como eres con tus fans, ¡auténtico! Gracias por tu simpleza, tu grandeza de corazón, por permitirnos conmoverte y conocerte.
Deseo que puedas descansar y recobrar energías para tu regreso. Tus fans aquí te esperamos contando los días para tener tu nuevo disco en nuestras manos, ese que nos bendecirá con la oportunidad de reencontrarnos con tu voz, con tu mirada y tu sonrisa.
Aprovecho para desearte una muy Feliz Navidad y un 2014 repleto de éxitos tanto en tu vida personal como profesional. Que Dios te bendiga y siempre vele por tu salud y felicidad. Te adoro más de lo que te imaginas. Hoy en la Noche Buena también estás presente no sólo en nuestro corazón sino que tu voz nos acompaña en este momento tan especial para todos, gracias por “Navidades Luis Miguel“, los villancicos nunca sonaron tan bonitos.
No quiero dejar de agradecer al señor Bill, manager de Luis Miguel, a su asistente y a todo su staff por el gran trabajo realizado en esta gira. Gracias por el contacto que han tenido con nosotros, ese que nos hizo sentirlos tan cerca, como si fuéramos una gran familia. Gracias porque nunca antes habíamos experimentado un trato tan especial hacia los fans en general, sin hacer distinción alguna. Gracias por sus atenciones y generosidad. Gracias a cada uno de los músicos que conforman la mejor banda del universo, gracias por su arte, su pasión, profesionalismo y simpatía. Gracias al equipo técnico de sonido e iluminación, al de producción y a la gente que se encarga del armado y desmantelado del escenario por su excelente labor. Gracias al equipo de seguridad que nos cuida, pero fundamentalmente un gracias inmenso a aquellos que protegen la integridad física de nuestro Rey.
Gracias por regalarnos un tour que dejó una huella indeleble en cada uno de nosotros.
Esta espera será más fácil de sobrellevar si en el transcurso conocemos a otros fans y revivimos con ellos sus anécdotas junto a El Sol, los dejo en compañía de Marisa:
Soy fan de Luis Miguel hace 31 años, y desde aquellos años colecciono todo lo relacionado a este gran artista. Asistí al primer concierto en mi provincia, Formosa, lugar en el que actuó por única vez el 17 de febrero de 1984. En aquel entonces si quería verlo no tenía más opción que trasladarme hasta Buenos Aires, ciudad donde ofrecía conciertos frecuentemente. En ese momento no existía la posibilidad de comprar las entradas por Internet, era sólo personalmente, algo que en mi caso no era tarea sencilla porque Formosa queda a más de 1000 kms. de la capital de mi país. Pero nada me detenía a la hora de cumplir mi sueño de verlo, tomaba el bus y a la mañana siguiente llegaba a Capital Federal. Después de dieciocho horas de viaje compraba mi entrada, y en la tarde del mismo día hacía el viaje de dieciocho horas de vuelta. No niego que era cansador, pero bien valía la pena el esfuerzo si era bendecida con la posibilidad de regresar con ese tesoro en mis manos -la entrada- que me permitiría volver a verlo. Pero no crean que todo terminaba ahí, el largo viaje se repetía cuando llegaba la fecha del concierto -esto lo hice infinidad de veces porque él vale eso y mucho más.
Por suerte, años después actuó en Paraguay y ahí me resultó más fácil viajar por la cercanía. De allí recuerdo un concierto en especial, el 26 de noviembre de 1993, en el que todas íbamos a sector campo -de pie- para verlo más cerca (en esos años no existía el sector Vip). Como fui al estadio muy temprano, me tocó entrar y estar pegada a la valla. En un momento del concierto les dije a las chicas -de las que me había hecho amiga esa tarde- que me lanzaran del otro lado de la valla, cosa que hicieron sin dudarlo ni una vez. Cuando estuve del otro lado, por supuesto, inmediatamente apareció uno de los guardias de seguridad que me quiso sacar de allí, y es justo en ese preciso momento cuando Luis Miguel -quien estaba cantando en el centro del escenario- le hace señas para que no me sacara. Luego camina hacía la esquina del escenario donde estábamos, ahí fue cuando pude tomarle unas fotos y después bajé la cámara…. él me miró y me sonrió como diciéndome “Ya está, ya tienes las fotos”. Lo que sentí en ese momento no lo puedo describir con palabras, fue como tocar el cielo con las manos, estaba feliz, y una vez más pude comprobar que no sólo es un excelente cantante sino que también lo es como persona.
De ese concierto me quedó un hermoso recuerdo: esa mirada y sonrisa que en ese instante fueron solo para mí.
En marzo del año 2001 por fin pude viajar a México, ese país que siempre quise conocer y que Miky me enseñó a querer, lugar extremadamente lindo y con muy buena gente. Claro está que me dediqué a conocer todos los sitios que de algún modo tenían que ver con Luis Miguel: el Auditorio Nacional, El Palacio de Bellas Artes y, por supuesto, el viaje obligado a conocer Acapulco. Fue muy lindo visitar sus casas y tomarme una fotografía sentada en el muro de su mansión en Punta Diamante. Sin dudas México es un país al que me gustaría regresar.
Por último no puedo dejar de recordar lo que vivimos las fans, que estuvimos en el primer concierto en GEBA el 16 de octubre del año pasado, cuando Luis Miguel nos dijo “Son increíbles, ¡Una maravilla! Ustedes han cambiado mi vida”, cuando en realidad el que cambió la nuestra fue él. Haber estado ahí y escucharlo personalmente fue hermoso.
¡Muchas gracias Miky por todo! Sos la razón de mi vida… te amo.
Marisa Arce
No quiero cerrar la columna sin dejar de mencionar que esta gran familia de fans hoy está sufriendo la pérdida física de una de sus integrantes más queridas, Verónica Beloqui, aquella que acompañó la carrera de Miky muy de cerca, trabajando siempre en su apoyo con todo el amor del mundo. Fue algo inesperado que nos hizo reflexionar lo efímera que es la vida y cuan sorprendente puede ser en todos los sentidos. Por eso les propongo que esta Navidad la vivamos de una manera diferente, amándonos unos a otros y siendo felices con lo poco o mucho que tengamos. Vivamos el día a día al máximo, permitámonos dejarnos llevar por nuestro corazón, y vayamos tras nuestros sueños hoy, no dejemos nada para mañana.
Feliz Navidad a todos mis lectores, Dios los bendiga y los colme de su paz y amor.
Euge Cabral