“Pequeño mini amor”
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Mañana, 11 de noviembre, Luis Miguel regresa a los escenarios para emprender la última serie de conciertos de este 2015, tour que lo llevará a recorrer parte de México, Argentina, Chile, Colombia y EEUU. La expectativa por recibirlo en cada rincón del mundo crece minuto a minuto, y aunque pudiera hablar mucho acerca de las ilusiones que tenemos al respecto sus fans de toda la vida, quisiera centrarme en un público muy especial que lo espera con la misma pasión que nosotros.
Un fenómeno que no terminará de asombrarme jamás, es la capacidad que tienen los fans de Luis Miguel de transmitir el cariño y la admiración por este incomparable artista a través de las generaciones. En casa de un fan siempre hay un hijo/a, un sobrino/a o un nieto/a que termina enamorándose de sus canciones, sobre todo cuando hablan su mismo idioma -remontándonos a sus primeras producciones, claro. De esta manera podemos sentirnos dichosos de que su música perdurará eternamente por haber hecho historia siendo el artista latino más grande de todos los tiempos, y porque esta pasión seguirá latente en el corazón de las nuevas generaciones.
Hace unos pocos días mi amiga Mayra me enviaba el audio de una mini fan, su sobrina Dana de apenas 4 añitos, en la que pude escucharla cantar “1+1=2 enamorados”. Les juro que me emocionó su voz tan nítida, dulce, entonada, y el sentimiento con el que la interpretó (pueden escucharla en el video que está al pie del texto). Me contaba su tía que antes cantaba “Ahora te puedes marchar”, pero que su nueva canción favorita es la que les mencioné anteriormente. Dana no solo tiene a su tía de quien heredar este exquisito gusto musical, sino también a su hermano Hernán (10 años), el que ya protagonizó una de mis columnas hace algunos años. En ese entonces les relaté acerca de sus primeros pasos como fan y su primera experiencia en vivo, en la que Luis Miguel lo descubrió entre el público y solicitó se lo acercaran para saludarlo con un tierno beso. Hernán ya es hombrecito experimentado en esto de los conciertos, pues cada vez que puede asiste en compañía de su tía. Si vieran la carita de felicidad que tiene cuando lo encuentro en los estadios y ¡cómo le brillan los ojitos! Es un niño muy particular que siente muy a sus adentros la música de ‘El Rey’.
También supe publicar hace un tiempo a Juan Antonio, un joven fan español de 14 años, quien se identifica mucho con las letras de las canciones de Miky. Me impactó una frase que escribió en su relato y quiero citarla: “Luis Miguel logró transportarme y colmarme de felicidad, por fin cantaba e interpretaba lo que mi corazón sentía”. ¡Wow! emocionante que así piense y sienta un adolescente, ¿no?
Recientemente mi amiga Vivi, una de mis inseparables compañeras de aventuras, me contaba cómo sus hijos, Nahuel de 23 años y Lara de 17, se ponían a prueba el uno al otro para constatar quien sabía más canciones de Luis Miguel. Nahuel desde muy pequeño acompaña a su mamá a los conciertos, y es muy emocionante ser testigo de cuánto le gustan las canciones, y el fervor con el que las canta en los estadios tomado a la valla, sin importarle ser el único hombre en medio de un millar de mujeres enloquecidas.
Antes del año 2010 había logrado muchas veces que Luis Miguel lo saludara a la distancia, con el típico gesto del pulgar hacia arriba, pero ese año concretó por primera vez el sueño del apretón de manos, de esos que se dan entre caballeros cuando hay cariño, admiración y respeto mutuo. Siempre recordaré la expresión en el rostro de Luis Miguel cuando se percató de aquel hombrecito de 18 años que se destacaba de las fans, no solo por ser del otro género sino por cantar sus canciones a todo pulmón. Fue tan grata la sorpresa, que no titubeó ni un instante en ir a su encuentro para estrechar su mano.
Me llena de orgullo contarles todas estas anécdotas, y mucho más tener la posibilidad de presentarles a Tamara, otra nueva fan, quien tiene un hermoso relato que compartirnos, nada más y nada menos que la historia de sus 11 años de vida.
Tanto Juan Antonio como Tamara me han dejado anonadada, porque evidentemente son niños especiales dotados de una madurez poco frecuente para la edad. ¡Me recuerdan mucho a Miky de niño!
Tal vez estos sean los fans más auténticos que pueda tener Luis Miguel… aquellos que adoran su música desde antes de nacer.
Los dejo en muy buena compañía:
Mi nombre es Tamara Guanes, tengo 11 años y vivo en Paraguay. Soy fan de Luis Miguel desde la panza de mi mami, y aunque tuvo problemas en el embarazo aquí estoy para contarlo, porque gra-
cias a Dios todo salió bien. Ella se llama Norma y es muy fanática de Luismi desde sus 9 años, y se ve que esta pasión se transmite porque mi abuela también era fan de ‘El Rey’.
Como les adelanté, mi mami tuvo problemas durante mi gestación por lo que el doctor le recomendó reposo, y le dijo que aprovechara para hacerme escuchar música clásica. Ella optó por dejar de lado ese tipo de música y eligió la música de Luis Miguel para endulzar mis días en su vientre.
Con el correr del tiempo se anunció un concierto de Luis Miguel en Buenos Aires, Argentina, al que por supuesto mi mamá pensaba asistir, contra viento y marea. Peo todo empeoró faltando una semana para la visita de Luismi, pues ella comenzó a tener pérdidas y esto puso en riesgo mi nacimiento. El doctor le ordenó internarse y por ende le prohibió que viaje, aconsejándole que se olvidara del show. Ella no pudo aceptar esa realidad, por lo que le dijo al doctor que no faltaría a aquel concierto, porque de lo contrario iba a ser mucho peor para su salud. El médico le dijo que si decidía viajar iba a ser bajo la responsabilidad absoluta de ella. Así fue que decidió correr el riesgo.
Esa noche, según los relatos de mi mami, me comporté súper bien en su panza, tanto así que cuando escuché cantar a Luismi no podía parar de moverme. La pasamos muy bien y regresamos sanas y salvas de Buenos Aires.
Hoy por hoy conozco todas sus canciones, muchas las debo recordar desde el vientre supongo yo.
He tenido la oportunidad de asistir a varios conciertos, algunos en Buenos Aires y otros en Paraguay, y los he disfrutado muchísimo. Por él he lidiado con el frío y hasta algunas lluvias padecí, pero todo vale la pena cuando tienes el privilegio de verlo en el escenario y escucharlo interpretar tan bonito y dulce.
En mi país, las últimas dos veces que vino, estuve en primera fila y aproveché para llevarle de regalo un oso gigante. Él lo vio y lo acarició pero no conseguí entregárselo en aquella ocasión. Esa noche regresé a mi casa con un souvenir de ese concierto, un collar de flores que le obsequiaron y que usó, pero que no pudo llevarse luego consigo.
En la actualidad estoy contando los días porque tendré la posibilidad, junto a mi mami (quien viajó 1.400 kilómetros para comprar los tickets), de verlo nuevamente en el estadio GEBA, en Buenos Aires, y eso me tiene muy ilusionada y entusiasmada. ¡Te veo pronto Luismi!
Tamara