“Para volver a sentirte un día más”

Euge Cabral
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Hola mis queridos lectores, qué bueno volver a encontrarnos y poder compartir con ustedes la ilusión que nos generó la declaración de Carlos Bremer, uno de los amigos cercanos de Luis Miguel. Durante meses se ha especulado acerca del regreso de ‘El Sol’, respecto a un posible nuevo disco y próximos conciertos, incluso algunos estafadores de ilusiones compartían fechas de lanzamiento de material inédito y tour, pero solo han sido eso, falsas informaciones malintencionadas. Hace unos días, el periodista Juan Manuel Navarro de Televisa Espectáculos, entrevistó en la ciudad de Las Vegas a Carlos Bremer, y por supuesto que le preguntó sobre Luis Miguel, ya que todos conocemos la relación que los une. Para sorpresa del periodista, y del público en general, el empresario regiomontano contó que había hablado con Luis Miguel días atrás, y que éste le había contado que estaba preparando su regreso, con una gira mundial que iniciaría el próximo 2023. Si bien no es una noticia que tengamos confirmada, y lo correcto es esperar que sea oficial de parte de Luis Miguel, creo que podemos darnos el permiso de ilusionarnos un poquito, ¿no creen? Yo estoy que no puedo contener las ganas de saltar de alegría, comenzar a planear con mis amigas nuestros viajes para reencontrarnos con el artista que nos hace vibrar de emoción, compartir sueños, anécdotas, en definitiva, que nos hace sentir tan vivas y más unidas que nunca. Está claro que eso siente mi corazón ante la mínima posibilidad de encontrarse con uno de sus dueños, pero la razón le dice que debe bajar la ansiedad y seguir esperando paciente una confirmación oficial. Así que respiro hondo, una y otra vez, y comienzo a decretar la concreción de este ansiado sueño.

Hablando de Carlos Bremer, quisiera destacar una frase que dijo hace unos meses y me llenó de orgullo: “Yo siempre estoy con él para lo que necesite. Si algún día se le ofrece algo, yo estoy con él a morir, porque es una persona que ha puesto a México a nivel mundial”. Ojalá pensaran así las autoridades con las que hablé para lograr su día en México y me lo negaron.

Y mientras aguardamos esas noticias oficiales que tanto esperamos, quiero compartirles una nueva historia. Coincidirán conmigo, que estos relatos son un gran paliativo para sobrellevar la ausencia de Luis Miguel porque nos compenetramos tanto leyéndolas, que terminamos por apropiarnos de ellos. Finalizamos la lectura con las mismas sensaciones de su protagonista, y eso nos ayuda a ganar tiempo, puesto que nos mantiene reconfortado el corazón durante unos cuántos días. La historia de hoy resulta tan soñada, que los hará recrear con su imaginación cada momento relatado. Siempre lo digo y no me cansaré, nunca hay que dejar de soñar y de luchar por esos anhelos, porque tarde o temprano se hacen realidad, sobre todo si Luis Miguel está de por medio.

Mi nombre es Gabriela Marín, soy mexicana, y la historia que les voy a contar no es mía sino de mi mamá, la que ha sido fan de Luis Miguel prácticamente desde que empezó su carrera, puesto que las edades son similares.

Mi abuela tenía una amiga que en su tiempo fue promotora de eventos, y coincidentemente se dio que ella y su equipo lo trajeron a la ciudad, aquel 17 de junio de 1985 en Mexicali, B.C., más precisamente a la Plaza de Toros.

Le dijo a mi mamá que la invitaba al concierto, pero que tuviese en cuenta que no iba a poder acompañarla porque debía ocuparse de su trabajo. En un comienzo quiso rechazar la invitación, puesto que no se animaba a estar sola, pero luego tomó coraje y se decidió.

Imagínense lo emocionadísima que estaba al pensar que lo iba a ver de cerca, pero obviamente jamás pensó que tanto. Cuando entraron al recinto se fueron directo a la parte de atrás del escenario, donde estuvo un tiempo hasta que la acompañaron a primera fila.

En esta fila privilegiada también estaba su hermano, Alejandro Basteri, y su papá Luisito Rey. Les comparto fotos, y una donde se puede llegar a verla.

Mi mamá en primera fila

Como podrán imaginarse, disfrutó al máximo el concierto, cantando a todo pulmón y bailando sin parar. Minutos antes de que finalizara, la promotora la buscó para acompañarla hacia un autobús que estaba detrás del escenario. Al llegar le dijo que subiera y se quedara sentada esperando, petición que obedeció sin chistar mientras escuchaba el final del show, pensando que todo había concluido. 

Luego de un rato de espera las luces del autobús se apagaron, y lo primero que vio fue la imagen de Luis Miguel irrumpiendo a toda velocidad en el rodado, para terminar su maratón en la parte de atrás, donde se recostó fulminado por el cansancio. A todo esto ella estaba muda, se había quedado helada por el shock.

Después de un rato comenzó a subir más gente (ella cree que eran sus músicos), y cuando el motor se puso en marcha no supo hacia dónde se dirigían. Al preguntar solo le respondieron “A que Luis Miguel descanse”. Ella no atinó a nada, pues claramente seguía en shock. 

Cuando el autobús comenzó a moverse, de inmediato Luis Miguel se levantó para saludar a la gente que estaba escoltándolo.

Dorso de la foto anterior, con la descripción de lo sucedido, escrita por mi mamá

Cuando ella me contó esta historia me dijo que había tanta gente siguiendo aquel autobús, que el chofer no tuvo más remedio que salir unos minutos a la carretera para agarrar velocidad para dejarlos atrás. Así fue como llegaron a San Luis, R.C., y recién ahí el conductor dio la vuelta para dirigirse directo al hotel. 

En uno de esos trayectos Luis Miguel los sorprendió cantando espontáneamente, pues estaba tranquilo y relajado en el camión, y esto desató sus lágrimas de emoción, ya que le costaba creer lo que estaba escuchando.

Al llegar de nuevo a Mexicali fueron directo al Hotel Araiza, y otra vez pensó que allí terminaría aquel sueño inolvidable, pero no fue así, ya que esta lindísima promotora le dijo “Vente vámonos al cuarto de Luis Miguel”. 

Cuando la puerta se abrió, Luis Miguel ya estaba con un atuendo más cómodo, así que se sentaron a platicar un rato con él. Antes de irse se tomaron una foto y le regaló un autógrafo, el que decía: 

“Para una chica preciosa, con cariño y amor de tu amigo. Sé feliz hoy y siempre ¿ok?… Luis Miguel.” 

Gabriela con Luis Miguel
Autógrafo para Gabriela

Y así terminó uno de los mejores días en la vida de mi mamá, cuyo nombre también es Gabriela.  Les juro que hasta la fecha no hay artista que ame tanto como al Solecito.

Ojalá hayan disfrutado de su historia tanto como yo, cuando me la contó.

Gabriela Marín

8 comentarios

  1. WOW!! Que historia más bonita y difícil de creer!! Pero para nosotras es más que creíble, la magia nos llegará a todas en cualquier momento! Porque como siempre lo he dicho, y es mi lema de mi marca “si lo piensas lo creas” gracias Euge por compartirnos tanto!!

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