Rey de corazones

Euge Cabral
Sigueme

El pasado fin de semana me tomé un pequeño descanso y viajé hacia la provincia de Buenos Aires, específicamente a Capital Federal, para reencontrarme con personas que alegran y reconfortan mi alma. Por supuesto que Luis Miguel estuvo presente en cada uno de esos encuentros, porque él es el gran culpable del nacimiento de estas entrañables amistades.

Es maravilloso compartir una pasión que nos une y nos conecta de una manera tan especial, pues con sólo mirarnos a los ojos nos trasladamos a aquellos momentos mágicos que vivimos junto a ‘El Sol’.

La tarde fue cómplice de emociones, suspiros, risas y de la algarabía que nos provocó darnos cuenta que estábamos a escasos dos meses de la cita más esperada del año. Fue en ese preciso instante cuando nuestra conversación desató un torbellino de preguntas respecto a este nuevo tour que se avecina, puesto que aún no hay nada oficial confirmado respecto al nuevo disco. El gran misterio entre nosotros giró en torno al repertorio de canciones, y no dejamos de preguntarnos con cuál nos irá a sorprender Luis Miguel en esa ocasión, incógnita que no pudimos develar por supuesto, aunque algunas hipótesis surgieron, motivadas por las ansias de escuchar determinados éxitos que llegan a enloquecernos.

El tiempo se nos voló entre anécdotas de tours pasados y las ilusiones por materializar aquellos sueños que venimos maquinando desde el preciso instante que supimos que vendría. Al despedirnos lo hicimos con una sonrisa dibujada en el rostro, sabiendo que en la próxima reunión seremos convocados por el único ser que logra enlazar nuestras almas.

Luis Miguel es un artista que ha sabido ganarse la admiración de todo el mundo, prueba más que suficiente el relato que hoy tengo para compartirles. Los invito a descubrirlo:

Mi nombre es Iván Alejandro, vivo en Curicó, Chile, y soy fan de Luis Miguel desde que tengo uso de razón.

Les cuento que todo comenzó en el año 1994 cuando tenía apenas 4 años, época en que mi padre le regaló un cassette a mi madre porque le gustaban algunas canciones como “Suave’ y Pensar en ti’’, entre otras. Con el tiempo comencé a escuchar las canciones de Luis Miguel junto a ella en programas de televisión y en las radios -a esas alturas recién estaba tomando conciencia de la vida.

El principal recuerdo que conservo en mi mente es una adicción inocente a “Suave”, canción que sonaba con mucha fuerza en todas las radios y canales musicales, pues fue el gran hit de Miky y marcó la época del año 1993 en adelante.

Con el pasar de los meses fui experimentando una admiración por este artista que crecía día a día, por lo que sentí la necesidad de  comprar sus CD’s y cassettes.

Recuerdo esta anécdota como si fuera ayer: escuchaba todos los días “El día que me quieras”, éxito con el que arrasó en esa época, y siendo un niño veía a Luis Miguel como mi máximo ídolo porque quería ser como él algún día, tanto así que comencé a imitarlo con tan sólo 5 años. Me veía muy cómico haciéndolo con mi corta edad, era todo un mini Luismi. Por supuesto que también me gustaban mucho los dibujos animados como Dragon Ball Z,  Power Rangers y Los Simpsons, pero cada vez que sonaba un tema de Miky era algo muy especial y dejaba todo lo que estaba haciendo para verlo en televisión o escucharlo en la radio. Luego me llegó la época de comenzar a llenar mi habitación con posters, láminas, cancioneros y todo lo referente a él.

Con la salida del disco “Nada es igual’’ me consagré como un niño fan, independientemente de lo que el mundo y mis amigos del colegio pensaran de mí. Cantaba sus canciones frente a la familia, testimonio de ello son las grabaciones que hizo -y aún conserva- mi padre de las coreografías que me animé a bailar de los temas “Dame tu amorDame y Cómo es posible que a mi lado’’ delante de todos mis parientes. Ya en ese tiempo sentía la necesidad de ver a Luis Miguel en vivo y el sólo imaginarlo me emocionaba muchísimo. Por desgracia viví una gran tristeza cuando mis padres, quienes habían prometido llevarme al Estadio Nacional para verlo en el marco de su “Tour América”, por problemas económicos se vieron imposibilitados de cumplirme el sueño, pero mi Fe y mis ganas de hacerlo realidad no se apagaron y con el pasar de los años se pudo concretar.

Tiempo después, en el año 2002, un día común y corriente almorzaba con mis padres y tuve la oportunidad de sugerirles que podríamos ir a  ver a Luis Miguel, y la sorpresa -ya que pensé que se reirían o me dirían un no rotundo- fue su respuesta cuando me dijeron “Podría ser’’, algo que despertó las esperanzas por cumplir mi anhelado sueño. Con los días salieron a la venta las entradas para uno de los shows, así que ansioso y muy esperanzado partí con mis padres a comprar mi pase a la felicidad. Al llegar al lugar uno de los cajeros nos dio a conocer una horrible noticia: no quedaban más tickets. Aunque la tristeza me invadió inmediatamente al escuchar esas palabras, por cosas del destino, al pasar los minutos el cajero nos llamó y nos informó que todo había sido un error y que sí quedaban lugares, pero sólo para un determinado sector. Mi emoción fue evidente y no pude contener las lágrimas, me sentía dichoso y tranquilo al tener mi ticket en mano.

Cuando llegó el gran día, el 16 de Noviembre de 2002, la noche previa me costó muchísimo conciliar el sueño, ya que la ansiedad no me dejaba pensar en otra cosa que no fuera que estaba a horas de cumplir mi gran deseo, asistiendo al  gran evento del año “Luis Miguel tour Mis romances’’. Llegamos pasadas las 3 pm a Santiago, y fue hermoso ver los alrededores del estadio repleto de gente esperando con ansias las 6 pm, hora pactada para que por fin se abrieran las puertas del gran Estadio Nacional. Era un día de primavera con mucho calor y la espera se tornó interminable. Cuando el reloj marcó la hora del inicio, el nerviosismo y la ansiedad del público se hicieron notar con los infaltables gritos, esos que coreaban su nombre porque Luis Miguel aún no salía al escenario. 20 minutos más tarde la repentina oscuridad del estadio dio pie al ingreso de los músicos para ubicarse en sus respectivos lugares, y luego de la Intro comenzó a sonar “Amor, amor, amor”, canción con la que Miky irrumpió en el escenario vestido de negro, con camisa blanca y corbata del mismo tono de su traje, para interpretar todos sus éxitos.

El año siguiente, ya con su nuevo trabajo “33’’, Luis Miguel regresó a Chile tal como lo anticipó en su conferencia de prensa cuando dijo “Vuelvo a mi Chile querido’’, promesa que cumplió. Así fue que se anunciaron las fechas para sus conciertos del 26 de noviembre en Espacio Riesco, 27 en San Carlos de Apoquindo y 29 en la Quinta Vergara. Para esta ocasión mis padres fueron más estrictos y me exigieron un promedio sobre 6 para regalarme el Compact Disc “33’’ y sobre 6,2 para una entrada al recital del día 27 de noviembre (en Chile la escala de evaluación va de 1 a 7). Pasó el tiempo y con mucho esfuerzo alcancé las notas meritorias para ver a mi ídolo.

Con 13 años mis padres no me permitieron viajar a Santiago sólo, así que fui con mi padre, mi prima y su pareja. Ese día nos fuimos temprano y nos dirigimos a buscar a mi prima para ir juntos hacia San Carlos de Apoquindo. El bus nos dejó a una cierta distancia del recinto y al bajar el chofer nos dijo “Chicos, se suspendió el concierto’’, algo que me costó creer pero que confirmamos al llegar al recinto. El show se había suspendido para el día siguiente, y lo único que sentí fueron unas ganas inevitables de llorar porque había esperado el evento con mucha ansiedad. Al otro día al regresar toda esa tristeza y desilusión se esfumó por completo una vez que Luis Miguel hizo su triunfal aparición en el escenario.

Con el paso de los siguientes años fui asistiendo a todas las giras, tales como “México en la piel, Cómplices, Tour 2010, el Festival de Viña 2012 y ‘The hits tour’, y en la actualidad espero ilusionado su regreso a mi país.

Concluyo mi historia diciendo que Luis Miguel es parte importante de mi vida diaria, pues sus canciones son cómplices de mis momentos de felicidad, tristezas y angustias.

Es importante destacar que el hecho de ser su fan me ha llevado a conocer muy lindas personas, quienes son grandes amigos como Paola, Catalina, David, Sebastián, José y muchas otras que han estado a mi lado en momentos tristes y felices de mi existir. ¡Qué bonito es saber que eso se lo debo sólo a una persona, a Luis Miguel!

Iván

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *


Mira también
Cerrar
Botón volver arriba