Luis Miguel… ¡Pasión y delirio!

Euge Cabral
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Hola queridos lectores, ¿cómo están? Imagino que como yo, transitando con entusiasmo y expectativa la recta final de esta cuenta regresiva que nos llevará a descubrir la temporada final de “Luis Miguel, La serie”.
Estamos a tan solo 6 días del estreno y las preguntas son muchas. ¿Será que el primer día vayan a emitir varios capítulos juntos como la vez pasada? ¿Será que la publiquen completa o veremos un capítulo cada jueves? ¿Tendrá solo 6 capítulos de 2 horas como se rumorea? Como verán estamos llenos de incógnitas, pero lo que sí sabemos a ciencia cierta es que abordará nuevamente dos líneas de tiempo, una que proseguirá a partir del año 1996, y la otra luego del 2008 hasta llegar prácticamente a la actualidad.

Ya hemos tenido la oportunidad de ver un par de trailers y lo que se viene es realmente revelador, pues dicen que podremos conocer los diferentes hechos que llevaron a Luis Miguel a vivir situaciones tan difíciles en el pasado. Solo nos resta esperar la llegada del tan esperado 28 de octubre para develar estas verdades, y seguir descubriendo y valorando todo aquello que Luis Miguel decidió compartirnos.
Y para que el tiempo vuele más rápido, ¿Qué tal si les comparto un nuevo relato de amor incondicional? Que lo disfruten:

Mi nombre es Tatiana, soy fan de Luis Miguel, oriunda de Chile. Mi historia junto a él comenzó hace muchísimos años, cuando de niña lo descubrí en un programa que transmitía videos de hit’s del momento. Recuerdo que me llamó la atención un niño de melena rubia, y que dejé mi juego para detenerme a observarlo (eran los comienzos de su carrera).
En la escuela mis compañeras también lo seguían y, cuando no estudiábamos, pasábamos tiempo intercambiándonos posters, fotos, y leíamos muy interesadas algunos libros biográficos. Desde ese momento me apasioné por Luis Miguel, admiración que me llevó a tener una gran colección conformada por fotos, cassettes, videos, CD’s, DVD’s, etc. Por supuesto que no podía faltar su vino “Único, Luis Miguel”, el que busqué por mucho tiempo y que recién encontré cuando por fin llegó a mi ciudad. Podrán imaginarse la tremenda felicidad que me causó.
Luego me tocó descubrir los conciertos, experiencia con la que soñaba, pero me parecía imposible poder concretarla.
Recuerdo haber viajado en el año 1997 a Santiago de Chile, ciudad situada en el centro de mi país, puesto que vivo en el sur en la hermosa localidad de Valdivia. Vi en un anuncio que Luis Miguel se presentaría próximamente y, ante la imposibilidad de asistir, mi hermano me regaló ese primer ticket porque me vio muy triste. Todavía conservo intacta dicha entrada y siempre la comparo con otras más actuales, aún no han logrado superar ese diseño, para mí es la más linda.


A los pocos días me trasladé a Santiago de Chile a vivir la magia de mi primer concierto, soñado momento que estaba a punto de vivir con mis 23 años. Cuando llegó el esperado día, 6 de noviembre de 1997, llegué temprano al estadio San Carlos de Apoquindo para disfrutar de todo el merchandising y volver a casa con un recuerdo. Cerca del horario de ingreso al recinto, ya formada para entrar, escuché conversar a un grupito de chicas y una de ellas dijo estar sola. De inmediato me di vuelta y les comenté que yo también lo estaba, así que me uní a la charla mientras avanzábamos. En el trayecto las dos chicas que estaban juntas se separaron, así que me quedé con Mariana, la que estaba sola, y no solo que nos hicimos compañía, sino que forjamos una linda amistad desde ese día -ya son 24 años de aquello.
Al ver por primera vez a Luis Miguel sentí muchas emociones, no podía creer estar respirando el mismo aire que mi ídolo, y por fin haber logrado el sueño. Créanme que no fue nada fácil haberlo deseado por tantos años sin poder concretarlo, pero sabía que con perseverancia y fe lo lograría.
Desde siempre supe que sería un momento mágico, pero tener la suerte de entrar al estadio mientras él estaba ensayando fue realmente sublime, literalmente sentí que me estaba dando la bienvenida. Recuerdo que ese día estaba nublado y el cielo se tornaba cada vez más gris, pero cuando ‘El Sol’ irrumpió en el escenario brillando con todo su esplendor, el ambiente se iluminó por completo. Fueron tantos los nervios y la emoción que no recuerdo ni siquiera con que canción abrió el concierto. Desde ese momento mi admiración por Luis Miguel se intensificó, aunque nunca dudé de la gran presentación que nos brindaría aquella noche.
A partir de ese día no he parado de asistir a los conciertos y conocer lindas personas que se han quedado en mi vida para siempre, como en el año 2005 cuando fui al Estadio Nacional y conocí a Lidia. Esa noche la pasamos muy bien y también forjamos una hermosa amistad. Con la llegada de las redes sociales conocí a otras amigas, como Tania Rebolledo y Alejandra, con las que tuve el placer de reunirme para conocerlas en persona. El gran culpable de estas bonitas y entrañables relaciones es Luis Miguel, y creo que no se imagina que a través de su música unió los caminos de tantas personas.

Gira 1999

En el año 2010 tuve la oportunidad de conocer al gran Alejandro Carballo, músico de Luis Miguel, ayudada por mi hermano que estaba trabajando en la seguridad del Movistar Arena. Otra vez él siendo el artífice de un sueño, acercándome a tremendo músico. Alejandro se dirigió a unas de las salidas del recinto para recibir unas amistades, los saludó, y luego mi hermano lo llamó para pedirle una foto conmigo. Como era de esperar, Alejandro accedió muy amablemente y hablamos tan solo un minuto, pero ese tiempo bastó para que sienta una emoción y felicidad infinita.

Tatiana con Alejandro Carballo

Luego viene un episodio en mi vida inesperado, cuando en el año 2015 pasé por una enfermedad grave de la cuál tengo la oportunidad de contarlo, gracias a Dios. Anecdóticamente, estando en tratamiento, tuve el atrevimiento de comprar mi entrada y arreglar todo lo de mi viaje. Cabe aclarar que terminaba mi tratamiento justo los días que Luis Miguel se presentaba en concierto, así que hablé con mi doctor para acomodar las terapias que me faltaban, y resultó todo a mi favor. Imagínense lo agradecida que estoy a este gran profesional que colaboró en allanarme el camino. Es que tenía que estar ahí para escuchar esas canciones que me habían acompañado y levantado en ese proceso tan difícil, pero que también me han hecho vibrar durante toda mi vida. Les juro que no me canso de revivir sus conciertos y escucharlos una y otra vez, pues siento la misma emoción. Es por eso que tiene tanto sentido para mí una frase de la canción “Delirio” que dice: “Siempre tú estás conmigo en mi tristeza, estás en mi alegría y en mi sufrir”. Siento que en cada show vivo algo mágico, que me inyecta energía y lo disfruto al máximo.
Gracias Luis Miguel por hacerme sentir una fan tan feliz, dichosa y orgullosa. Chile te espera con los brazos abiertos.
Tatiana Villagra

Chile 2019

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